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1 REYES 22 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Tres años pasaron sin guerra entre los sirios e Israel.

2 Y aconteció al tercer año, que Josafat rey de Judá descendió al rey de Israel.

3 Y el rey de Israel dijo a sus siervos: ¿No sabéis que Ramot de Galaad es nuestra, y nosotros no hemos hecho nada para tomarla de mano del rey de Siria?

4 Y dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a pelear contra Ramot de Galaad? Y Josafat respondió al rey de Israel: Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como tus caballos.

5 Dijo luego Josafat al rey de Israel: Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová.

6 Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, como cuatrocientos hombres, a los cuales dijo: ¿Iré a la guerra contra Ramot de Galaad, o la dejaré? Y ellos dijeron: Sube, porque Jehová la entregará en mano del rey.

7 Y dijo Josafat: ¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, por el cual consultemos?

8 El rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josafat dijo: No hable el rey así.

9 Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y le dijo: Trae pronto a Micaías hijo de Imla.

10 Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados cada uno en su silla, vestidos de sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos.

11 Y Sedequías hijo de Quenaana se había hecho unos cuernos de hierro, y dijo: Así ha dicho Jehová: Con éstos acornearás a los sirios hasta acabarlos.

12 Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: Sube a Ramot de Galaad, y serás prosperado; porque Jehová la entregará en mano del rey.

13 Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló diciendo: He aquí que las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas; sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia también buen éxito.

14 Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré.

15 Vino, pues, al rey, y el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o la dejaremos? El le respondió: Sube, y serás prosperado, y Jehová la entregará en mano del rey.

16 Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad en el nombre de Jehová?

17 Entonces él dijo: Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y Jehová dijo: Estos no tienen señor; vuélvase cada uno a su casa en paz.

18 Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te lo había yo dicho? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente el mal.

19 Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda.

20 Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra.

21 Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera?

22 El dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; vé, pues, y hazlo así.

23 Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti.

24 Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana y golpeó a Micaías en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de mí el Espíritu de Jehová para hablarte a ti?

25 Y Micaías respondió: He aquí tú lo verás en aquel día, cuando te irás metiendo de aposento en aposento para esconderte.

26 Entonces el rey de Israel dijo: Toma a Micaías, y llévalo a Amón gobernador de la ciudad, y a Joás hijo del rey;

27 y dirás: Así ha dicho el rey: Echad a éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz.

28 Y dijo Micaías: Si llegas a volver en paz, Jehová no ha hablado por mí. En seguida dijo: Oíd, pueblos todos.

29 Subió, pues, el rey de Israel con Josafat rey de Judá a Ramot de Galaad.

30 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla; y tú ponte tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla.

31 Mas el rey de Siria había mandado a sus treinta y dos capitanes de los carros, diciendo: No peleéis ni con grande ni con chico, sino sólo contra el rey de Israel.

32 Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Ciertamente éste es el rey de Israel; y vinieron contra él para pelear con él; mas el rey Josafat gritó.

33 Viendo entonces los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él.

34 Y un hombre disparó su arco a la ventura e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura, por lo que dijo él a su cochero: Da la vuelta, y sácame del campo, pues estoy herido.

35 Pero la batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la sangre de la herida corría por el fondo del carro.

36 Y a la puesta del sol salió un pregón por el campamento, diciendo: ¡Cada uno a su ciudad, y cada cual a su tierra!

37 Murió, pues, el rey, y fue traído a Samaria; y sepultaron al rey en Samaria.

38 Y lavaron el carro en el estanque de Samaria; y los perros lamieron su sangre (y también las rameras se lavaban allí), conforme a la palabra que Jehová había hablado.

39 El resto de los hechos de Acab, y todo lo que hizo, y la casa de marfil que construyó, y todas las ciudades que edificó, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

40 Y durmió Acab con sus padres, y reinó en su lugar Ocozías su hijo.

41 Josafat hijo de Asa comenzó a reinar sobre Judá en el cuarto año de Acab rey de Israel.

42 Era Josafat de treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba hija de Silhi.

43 Y anduvo en todo el camino de Asa su padre, sin desviarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová. Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados; porque el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en ellos.

44 Y Josafat hizo paz con el rey de Israel.

45 Los demás hechos de Josafat, y sus hazañas, y las guerras que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?

46 Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que había quedado en el tiempo de su padre Asa.

47 No había entonces rey en Edom; había gobernador en lugar de rey.

48 Josafat había hecho naves de Tarsis, las cuales habían de ir a Ofir por oro; mas no fueron, porque se rompieron en Ezión-geber.

49 Entonces Ocozías hijo de Acab dijo a Josafat: Vayan mis siervos con los tuyos en las naves. Mas Josafat no quiso.

50 Y durmió Josafat con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David su padre; y en su lugar reinó Joram su hijo.

51 Ocozías hijo de Acab comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, el año diecisiete de Josafat rey de Judá; y reinó dos años sobre Israel.

52 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de su padre, y en el camino de su madre, y en el camino de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel;

53 porque sirvió a Baal, y lo adoró, y provocó a ira a Jehová Dios de Israel, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.

  X


1 Transcurrieron tres años sin guerra entre Aram e Israel.

2 Al tercero bajó Josafat, rey de Judá, donde el rey de Israel.

3 El rey de Israel dijo a sus servidores: "Ustedes saben que Ramot de Galaad nos pertenece y no hacemos nada para rescatarla de manos del rey de Aram."

4 Y preguntó a Josafat: "¿Quieres venir conmigo para atacar a Ramot de Galaad?" Josafat respondió al rey de Israel: "Somos los dos una misma cosa, y una misma cosa son tu pueblo y el mío, tus caballos y los míos."

5 Josafat, rey de Judá, dijo al rey de Israel: "Te pido, por favor, que antes de partir a la guerra consultemos primero a los profetas de Yavé."

6 El rey de Israel reunió a los profetas, que eran unos cuatrocientos hombres, y les dijo: "¿Debo atacar a Ramot de Galaad o no lo hago?" Ellos respondieron: "Sube, porque Yavé te la entregará."

7 Josafat preguntó: "¿No hay aquí otros profetas de Yavé a quienes podamos consultar?"

8 Dijo el rey de Israel a Josafat: "Hay todavía un hombre a quien podríamos pedir una respuesta de Yavé: es Miqueas, hijo de Jimla. Pero yo lo aborrezco porque siempre me anuncia desgracias y nunca algo bueno."

9 Josafat lo reprendió: "No hables así." El rey de Israel, pues, llamó a un funcionario y le dijo: "Tráeme inmediatamente a Miqueas, hijo de Jimla."

10 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos de gala ante la puerta de Samaria, y todos los profetas estaban en trance delante de ellos.

11 Uno, llamado Sedecías, hijo de Canana, se había hecho unos cuernos de hierro y decía: "Dice Yavé: Con estos cuernos herirás a Aram hasta matarlo."

12 Todos los profetas decían lo mismo: "Sube contra Ramot de Galaad, que tendrás éxito: Yavé la entregará en tus manos."

13 El funcionario que había ido a buscar a Miqueas le habló así: "Mira que todos los profetas están de acuerdo en que al rey le irá bien. Procura hablar como ellos y anuncia algo bueno."

14 Miqueas respondió: "Por la vida de Yavé, yo diré solamente lo que él me diga."

15 Cuando llegó donde el rey, éste le preguntó: "Miqueas, ¿debemos atacar a Ramot de Galaad o no?" Y Miqueas respondió: "¡Ataca y vencerás, pues Yavé te la entregará!"

16 Pero el rey dijo: "¿Cuántas veces te debo preguntar para que me digas la verdad en nombre de Yavé?"

17 Entonces Miqueas dijo: "He visto a todo Israel disperso por las montañas, como rebaño sin pastor. Dice Yavé: Esa gente ya no tiene amo. Que cada uno vuelva a su casa en paz."

18 El rey de Israel dijo a Josafat: "¿No te decía yo que nunca me anuncia el bien, sino sólo el mal?"

19 A lo que Miqueas respondió: "Escucha, pues, lo que Yavé me dio a conocer. He visto a Yavé sentado en su trono, y a toda la corte celestial que estaba de pie a su lado, unos a su derecha y otros a su izquierda.

20 Y Yavé les preguntó: ¿Quién engañará al rey de Israel para que suba a la ciudad de Ramot y que allí muera? Y unos decían una cosa, y otros, otra.

21 Se adelantó, pues, un espíritu y dijo a Yavé: Yo lo engañaré. Yavé le preguntó: ¿En qué forma?

22 Y el espíritu respondió: Iré y pondré la mentira en la boca de todos sus profetas. Y Yavé dijo: Tú lograrás engañarlo, anda y hazlo.

23 Ahora, pues, Yavé puso la mentira en la boca de tus profetas que están aquí, porque él ha decidido tu muerte."

24 Sedecías, hijo de Canana, se acercó y dio una bofetada a Miqueas, diciendo: "¿Cómo se ha ido de mí el espíritu de Yavé para hablarte a ti?"

25 Miqueas contestó: "Lo sabrás el día en que vayas escondiéndote de habitación en habitación."

26 Entonces el rey de Israel ordenó: "Tomen preso a Miqueas y llévenselo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey,

27 y díganles: Encarcelen a este hombre y ténganlo a ración estricta de pan y agua hasta que yo vuelva victorioso."

28 Miqueas respondió: "Si vuelves victorioso, será señal de que Yavé no ha hablado por mí."

29 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, fueron a atacar la ciudadela de Ramot de Galaad.

30 El rey de Israel dijo a Josafat: "Me disfrazaré antes de empezar el combate, pero tú llevarás tus propias vestiduras." Y el rey de Israel fue al combate disfrazado.

31 Ahora bien, el rey de Aram había ordenado a los jefes de los carros: "No ataquen a ninguno, chico o grande, sino sólo al rey de Israel."

32 Por eso, en cuanto los jefes de los carros vieron a Josafat, pensaron que era el rey de Israel, y lo rodearon para atacarlo, pero Josafat lanzó su grito de guerra y,

33 al ver que no era el rey de Israel, se apartaron de él.

34 En esos momentos, uno de los arameos disparó una flecha sin saber a quién apuntaba e hirió al rey de Israel entre la parte alta y la parte baja de su coraza. Este dijo al conductor de su carro: "Da la vuelta con las riendas y sácame de aquí, pues no me siento bien."

35 Pero la lucha era muy violenta aquel día, y el rey de Israel fue sostenido en pie en su carro, frente a los arameos. La sangre de su herida corría por el fondo del carro y en la tarde murió.

36 Al anochecer, se corrió la voz siguiente por el campamento: "Cada uno a su ciudad, cada uno a su tierra. El rey ha muerto."

37 Muerto, pues, el rey de Israel, fue llevado a Samaria, donde lo sepultaron.

38 Pero habían lavado el carro con abundante agua junto al estero de Samaria, de modo que los perros lamieron la sangre y las prostitutas se bañaron en ella, según lo que había dicho Yavé.

39 Lo demás referente a Ajab está en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel; allí mencionan sus obras, la casa de marfil que construyó y las ciudades que edificó.

40 Cuando Ajab se hubo acostado con sus padres, su hijo Ocozías le sucedió.

41 Josafat, hijo de Asá, comenzó a reinar en Judá el año cuarto de Ajab, rey de Israel.

42 Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veinticinco años. Su madre Azuba era hija de Silji.

43 Siguió las huellas de Asá, su padre, y no se desvió nunca de ellas, portándose correctamente a los ojos de Yavé.

44 Pero no desaparecieron los santuarios de las lomas y el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y perfumes en ellos.

45 Hubo paz entre Josafat y el rey de Israel.

46 Lo demás referente a Josafat, sus hazañas y sus guerras, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá.

47 Eliminó también de su país al resto de los afeminados que se dedicaban a la prostitución sagrada y que Asá no había suprimido.

48 No había entonces rey en Edom sino que lo administraba un gobernador.

49 Josafat construyó barcos de Tarsis para ir a Ofir en busca de oro. Pero los barcos fueron destrozados en Asiongaber, así que el viaje fracasó.

50 En otra ocasión Ocozías, hijo de Ajab, hizo a Josafat la siguiente propuesta: "¿Quieres que mis servidores acompañen a los tuyos en los barcos?" Pero Josafat se negó.

51 Cuando Josafat se acostó con sus padres, lo sepultaron al lado de ellos en la ciudad de David, y Joram, su hijo, le sucedió.

52 Ocozías, hijo de Ajab, comenzó a reinar en Samaria como rey de Israel, el año diecisiete de Josafat, rey de Judá, y reinó dos años.

53 Se portó mal con Yavé, siguiendo los ejemplos de su padre y de su madre; imitó a Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel.

54 Sirvió a Baal y se postró ante él; ofendió a Yavé, Dios de Israel, como lo había hecho su padre.