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1 SAMUEL 18 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo.

2 Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre.

3 E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo.

4 Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte.

5 Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente. Y lo puso Saúl sobre gente de guerra, y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los siervos de Saúl.

6 Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.

7 Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles.

8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.

9 Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.

10 Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la lanza en la mano.

11 Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces.

12 Mas Saúl estaba temeroso de David, por cuanto Jehová estaba con él, y se había apartado de Saúl;

13 por lo cual Saúl lo alejó de sí, y le hizo jefe de mil; y salía y entraba delante del pueblo.

14 Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él.

15 Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él.

16 Mas todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba delante de ellos.

17 Entonces dijo Saúl a David: He aquí, yo te daré Merab mi hija mayor por mujer, con tal que me seas hombre valiente, y pelees las batallas de Jehová. Mas Saúl decía: No será mi mano contra él, sino que será contra él la mano de los filisteos.

18 Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?

19 Y llegado el tiempo en que Merab hija de Saúl se había de dar a David, fue dada por mujer a Adriel meholatita.

20 Pero Mical la otra hija de Saúl amaba a David; y fue dicho a Saúl, y le pareció bien a sus ojos.

21 Y Saúl dijo: Yo se la daré, para que le sea por lazo, y para que la mano de los filisteos sea contra él. Dijo, pues, Saúl a David por segunda vez: Tú serás mi yerno hoy.

22 Y mandó Saúl a sus siervos: Hablad en secreto a David, diciéndole: He aquí el rey te ama, y todos sus siervos te quieren bien; sé, pues, yerno del rey.

23 Los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima?

24 Y los criados de Saúl le dieron la respuesta, diciendo: Tales palabras ha dicho David.

25 Y Saúl dijo: Decid así a David: El rey no desea la dote, sino cien prepucios de filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Pero Saúl pensaba hacer caer a David en manos de los filisteos.

26 Cuando sus siervos declararon a David estas palabras, pareció bien la cosa a los ojos de David, para ser yerno del rey. Y antes que el plazo se cumpliese,

27 se levantó David y se fue con su gente, y mató a doscientos hombres de los filisteos; y trajo David los prepucios de ellos y los entregó todos al rey, a fin de hacerse yerno del rey. Y Saúl le dio su hija Mical por mujer.

28 Pero Saúl, viendo y considerando que Jehová estaba con David, y que su hija Mical lo amaba,

29 tuvo más temor de David; y fue Saúl enemigo de David todos los días.

30 Y salieron a campaña los príncipes de los filisteos; y cada vez que salían, David tenía más éxito que todos los siervos de Saúl, por lo cual se hizo de mucha estima su nombre.

  X


1 Cuando David terminó de hablar con Saúl, Jonatán simpatizó con David y comenzó a quererlo como a sí mismo.

2 Ese día Saúl guardó a David en su casa y no le permitió regresar donde su padre.

3 Entonces Jonatán hizo un pacto con David, porque lo quería como a sí mismo.

4 Jonatán se despojó del manto que llevaba y se lo dio a David, y también le dio su propia armadura, así como su espada, su arco y su cinturón.

5 David tenía éxito en todas las misiones que Saúl le encargaba, y él le confió el mando de su ejército.

6 Todo el pueblo lo quería, incluso los oficiales de Saúl. Cuando David volvió con el pueblo después de haber derrotado al filisteo, las mujeres salieron de todas las ciudades de Israel al encuentro del rey Saúl, con tambores y arpas y con gritos de alegría.

7 Las mujeres cantaban: "Saúl mató a mil, y David a diez mil."

8 Saúl se enojó mucho y el refrán no le gustó, pues comentó: "A David le han dado diez mil, y a mí me dan sólo mil; ahora, lo único que le falta es el reino."

9 A partir de ese día, Saúl miró a David con malos ojos.

10 Al día siguiente, un espíritu malo, venido de Dios, cayó sobre Saúl, que comenzó a delirar en su casa. David, pues, como lo hacía otros días, empezó a tocar la cítara. Saúl tenía una lanza en su mano,

11 y pensó: "Clavaré a David en la pared." Pero David esquivó el golpe dos veces.

12 Saúl veía que Yavé lo había abandonado y estaba con David. Por eso tuvo miedo de David.

13 Para alejarlo de su persona, lo hizo jefe de mil hombres.

14 David marchaba a la cabeza del ejército y le iba bien en todas sus expediciones porque Yavé estaba con él.

15 Estos éxitos de David hicieron que Saúl lo temiera más aún;

16 todo Israel y Judá, en cambio, quería a David porque él marchaba siempre al frente de ellos.

17 Por esto, Saúl dijo a David: "Te voy a dar por esposa a mi hija mayor, Merob, con tal de que me demuestres tu valentía combatiendo por Yavé." Al mismo tiempo, Saúl se decía: "No le voy a matar yo; es mejor que lo hagan los filisteos."

18 David dijo a Saúl: "¿Quién soy yo, y quién es mi familia? ¿Y de qué consideración goza la familia de mi padre en Israel, para que yo llegue a ser el yerno del rey?"

19 Pero cuando llegó el tiempo en que Merob, hija de Saúl, debía desposarse con David, fue dada por esposa a Adriel de Mejolá.

20 Micol, la otra hija de Saúl, se enamoró de David; se lo dijeron a Saúl y le agradó mucho la noticia.

21 Saúl dijo: "Se la voy a prometer y por ella se perderá, pues lo haré caer en manos de los filisteos." Saúl entonces dijo por segunda vez a David: "Ahora serás mi yerno."

22 Ordenó Saúl a sus servidores: "Insinúen a David: El rey te estima, también te quieren todos sus servidores; procura ser yerno del rey."

23 Los servidores de Saúl dijeron esto a David, el cual respondió: "Parece que para ustedes es muy sencillo llegar a ser yerno del rey. Pero ¿se han fijado en que yo soy un hombre pobre y desconocido?"

24 Le hicieron saber a Saúl lo que había respondido David,

25 y éste le mandó a decir: "El rey no quiere dote para su hija, sino que quiere los prepucios de cien incircuncisos filisteos, para vengarse así de sus enemigos." Pero la intención de Saúl era hacer caer a David en manos de los filisteos.

26 Los servidores comunicaron a David estas palabras y a él le pareció que este asunto de ser yerno del rey no era tan difícil. Aún no se había cumplido el plazo,

27 cuando David partió con sus hombres y mató a doscientos filisteos; entregó sus prepucios al rey y Saúl tuvo que darle a su hija Micol por esposa.

28 Saúl temía a David porque se daba cuenta de que Yavé estaba con él. Pero su hija Micol quería a David.

29 El temor de Saúl hacia David aumentó, y fue su enemigo hasta el fin de su vida.

30 Cada vez que salían los jefes de los filisteos a campaña, David obtenía más éxito contra ellos que todos los demás oficiales de Saúl, de tal manera que su nombre se hizo cada vez más famoso.