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1 SAMUEL 22 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él.

2 Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.

3 Y se fue David de allí a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: Yo te ruego que mi padre y mi madre estén con vosotros, hasta que sepa lo que Dios hará de mí.

4 Los trajo, pues, a la presencia del rey de Moab, y habitaron con él todo el tiempo que David estuvo en el lugar fuerte.

5 Pero el profeta Gad dijo a David: No te estés en este lugar fuerte; anda y vete a tierra de Judá. Y David se fue, y vino al bosque de Haret.

6 Oyó Saúl que se sabía de David y de los que estaban con él. Y Saúl estaba sentado en Gabaa, debajo de un tamarisco sobre un alto; y tenía su lanza en su mano, y todos sus siervos estaban alrededor de él.

7 Y dijo Saúl a sus siervos que estaban alrededor de él: Oíd ahora, hijos de Benjamín: ¿Os dará también a todos vosotros el hijo de Isaí tierras y viñas, y os hará a todos vosotros jefes de millares y jefes de centenas,

8 para que todos vosotros hayáis conspirado contra mí, y no haya quien me descubra al oído cómo mi hijo ha hecho alianza con el hijo de Isaí, ni alguno de vosotros que se duela de mí y me descubra cómo mi hijo ha levantado a mi siervo contra mí para que me aceche, tal como lo hace hoy?

9 Entonces Doeg edomita, que era el principal de los siervos de Saúl, respondió y dijo: Yo vi al hijo de Isaí que vino a Nob, a Ahimelec hijo de Ahitob,

10 el cual consultó por él a Jehová y le dio provisiones, y también le dio la espada de Goliat el filisteo.

11 Y el rey envió por el sacerdote Ahimelec hijo de Ahitob, y por toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nob; y todos vinieron al rey.

12 Y Saúl le dijo: Oye ahora, hijo de Ahitob. Y él dijo: Heme aquí, señor mío.

13 Y le dijo Saúl: ¿Por qué habéis conspirado contra mí, tú y el hijo de Isaí, cuando le diste pan y espada, y consultaste por él a Dios, para que se levantase contra mí y me acechase, como lo hace hoy día?

14 Entonces Ahimelec respondió al rey, y dijo: ¿Y quién entre todos tus siervos es tan fiel como David, yerno también del rey, que sirve a tus órdenes y es ilustre en tu casa?

15 ¿He comenzado yo desde hoy a consultar por él a Dios? Lejos sea de mí; no culpe el rey de cosa alguna a su siervo, ni a toda la casa de mi padre; porque tu siervo ninguna cosa sabe de este asunto, grande ni pequeña.

16 Y el rey dijo: Sin duda morirás, Ahimelec, tú y toda la casa de tu padre.

17 Entonces dijo el rey a la gente de su guardia que estaba alrededor de él: Volveos y matad a los sacerdotes de Jehová; porque también la mano de ellos está con David, pues sabiendo ellos que huía, no me lo descubrieron. Pero los siervos del rey no quisieron extender sus manos para matar a los sacerdotes de Jehová.

18 Entonces dijo el rey a Doeg: Vuelve tú, y arremete contra los sacerdotes. Y se volvió Doeg el edomita y acometió a los sacerdotes, y mató en aquel día a ochenta y cinco varones que vestían efod de lino.

19 Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, hirió a filo de espada; así a hombres como a mujeres, niños hasta los de pecho, bueyes, asnos y ovejas, todo lo hirió a filo de espada.

20 Pero uno de los hijos de Ahimelec hijo de Ahitob, que se llamaba Abiatar, escapó, y huyó tras David.

21 Y Abiatar dio aviso a David de cómo Saúl había dado muerte a los sacerdotes de Jehová.

22 Y dijo David a Abiatar: Yo sabía que estando allí aquel día Doeg el edomita, él lo había de hacer saber a Saúl. Yo he ocasionado la muerte a todas las personas de la casa de tu padre.

23 Quédate conmigo, no temas; quien buscare mi vida, buscará también la tuya; pues conmigo estarás a salvo.

  X


1 David salió de allí y se refugió en la caverna de Adulam. Al saberlo sus hermanos y toda la familia de su padre, bajaron a recibirlo.

2 Todos los que se encontraban en apuros, o tenían deudas, o estaban descontentos, se unieron a él y lo eligieron su jefe. Juntó unos cuatrocientos hombres bajo su mando.

3 De allí, David se fue a Mispé de Moab y dijo al rey de Moab: "¿Podrían quedarse con ustedes mi padre y mi madre hasta que yo sepa qué va a hacer Dios conmigo?"

4 Los dejó, pues, con el rey de Moab, con quien estuvieron todo el tiempo que David permaneció en el refugio.

5 El profeta Gad dijo a David: "No te quedes en el refugio. Vuelve a las tierras de Judá." Partió David y entró en el bosque de Jeret.

6 Supo Saúl que David y los hombres que lo acompañaban habían sido descubiertos. Y estando Saúl en Guibea, en el alto, debajo del tamarisco, con la lanza en la mano, rodeado de todos sus oficiales,

7 les dijo: "Escuchen, hombres de Benjamín: ¿Acaso creen que el hijo de Jesé les va a dar a cada uno de ustedes campos y viñas? ¿O piensan que los va a nombrar a todos jefes de miles y de cientos?

8 ¿Por qué entonces se han unido todos contra mí? No ha habido nadie que me informara de la alianza de mi hijo con el hijo de Jesé; nadie que se compadeciera de mí y me avisara que mi hijo lo animaba a que se sublevara contra mí, como ocurre hasta hoy día."

9 El edomita Doeg, que estaba entre los servidores de Saúl, respondió: "Yo he visto al hijo de Jesé venir a Nob, donde Ajimelec, hijo de Ajitub.

10 Este consultó por él a Yavé, le dio alimentos, y lo que es más, la espada de Goliat, el filisteo."

11 El rey mandó llamar al sacerdote Ajimelec, hijo de Ajitub, a toda la familia de su padre y a los sacerdotes que había en Nob.

12 Cuando estuvieron todos en presencia del rey, Ajimelec se presentó diciendo: "Aquí me tienes, señor."

13 Saúl le dijo: "Oye, hijo de Ajitub, ¿por qué te has unido con el hijo de Jesé en mi contra? Le diste pan y una espada y consultaste a Dios por él, para que se rebelara contra mí, y me tendiera emboscadas como ahora está sucediendo."

14 A lo que respondió Ajimelec: "¿Quién ha habido entre todos tus servidores que sea tan leal como David, yerno del rey, jefe de tu guardia personal y respetado por toda tu gente?

15 ¿Es acaso hoy la primera vez que yo he consultado a Dios por él? ¡Líbreme Dios! No sospeche el rey una rebeldía ni de mí, su siervo, ni de toda la familia de mi padre, porque yo no sabía de todo esto ni poco ni mucho."

16 El rey respondió: "Vas a morir, Ajimelec, tú y toda la familia de tu padre."

17 En seguida el rey dijo a los de su guardia que estaban a su lado: "Acérquense y maten a los sacerdotes de Yavé, porque también están con David y, sabiendo que él huía, no me lo comunicaron." Pero los servidores del rey no quisieron levantar su mano para herir a los sacerdotes de Yavé.

18 Dijo entonces el rey a Doeg: "Acércate tú y da muerte a los sacerdotes." El edomita Doeg se acercó e hirió de muerte a los sacerdotes; aquel día mató ochenta y cinco hombres que llevaban traje sacerdotal.

19 Después de esto, Saúl pasó a cuchillo a Nob, la ciudad de los sacerdotes, matando a hombres y mujeres, jóvenes y niños, bueyes, burros y ovejas.

20 Con todo, pudo escapar un hijo de Ajimelec, hijo de Ajitub, llamado Abiatar, quien huyó donde David

21 y le contó que Saúl había hecho matar a los sacerdotes de Yavé.

22 David respondió a Abiatar: "Ya sabía yo aquel día que, estando Doeg el edomita, no dejaría de avisar a Saúl. Yo soy el responsable de que haya perecido la familia de tu padre.

23 Quédate conmigo y no temas, pues quien busca tu muerte, busca la mía, y junto a mí estarás seguro."