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2 CRONICAS 2 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y casa para su reino.

2 Y designó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta mil hombres que cortasen en los montes, y tres mil quinientos que los vigilasen.

3 Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morase.

4 He aquí, yo tengo que edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de él, y para la colocación continua de los panes de la proposición, y para holocaustos a mañana y tarde, en los días de reposo, nuevas lunas, y festividades de Jehová nuestro Dios; lo cual ha de ser perpetuo en Israel.

5 Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses.

6 Mas ¿quién será capaz de edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo? ¿quién, pues, soy yo, para que le edifique casa, sino tan sólo para quemar incienso delante de él?

7 Envíame, pues, ahora un hombre hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir con los maestros que están conmigo en Judá y Jerusalén, los cuales dispuso mi padre.

8 Envíame también madera del Líbano: cedro, ciprés y sándalo; porque yo sé que tus siervos saben cortar madera en el Líbano; y he aquí, mis siervos irán con los tuyos,

9 para que me preparen mucha madera, porque la casa que tengo que edificar ha de ser grande y portentosa.

10 Y he aquí, para los trabajadores tus siervos, cortadores de madera, he dado veinte mil coros de trigo en grano, veinte mil coros de cebada, veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.

11 Entonces Hiram rey de Tiro respondió por escrito que envió a Salomón: porque Jehová amó a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.

12 Además decía Hiram: Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dio al rey David un hijo sabio, entendido, cuerdo y prudente, que edifique casa a Jehová, y casa para su reino.

13 Yo, pues, te he enviado un hombre hábil y entendido, Hiram-abi,

14 hijo de una mujer de las hijas de Dan, mas su padre fue de Tiro; el cual sabe trabajar en oro, plata, bronce y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y en azul, en lino y en carmesí; asimismo sabe esculpir toda clase de figuras, y sacar toda forma de diseño que se le pida, con tus hombres peritos, y con los de mi señor David tu padre.

15 Ahora, pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo y cebada, y aceite y vino, que ha dicho;

16 y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que necesites, y te la traeremos en balsas por el mar hasta Jope, y tú la harás llevar hasta Jerusalén.

17 Y contó Salomón todos los hombres extranjeros que había en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento cincuenta y tres mil seiscientos.

18 Y señaló de ellos setenta mil para llevar cargas, y ochenta mil canteros en la montaña, y tres mil seiscientos por capataces para hacer trabajar al pueblo

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1 Salomón alistó setenta mil hombres para transportar cargas, ochenta mil canteros en el monte y tres mil seiscientos capataces para ellos.

2 Salomón mandó a decir a Hiram, rey de Tiro: "Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole maderas de cedro para que se construyera una casa en que vivir.

3 Te hago saber que voy a edificar una Casa al nombre de Yavé, mi Dios, para consagrársela, para quemar ante él incienso aromático, para la ofrenda perpetua de los panes presentados, y para los holocaustos de la mañana y de la tarde, de los sábados, lunas nuevas, solemnidades de Yavé, nuestro Dios, como se hace siempre en Israel.

4 La Casa que voy a edificar será grande, porque nuestro Dios es mayor que todos los dioses.

5 Pero ¿quién será capaz de construirle una Casa, cuando los cielos y los Cielos de los cielos no pueden contenerlo? ¿Y por qué le edificaría yo una Casa, sino solamente para quemar incienso en su presencia?

6 Mándame, pues, un hombre hábil en trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la púrpura escarlata, el carmesí y la púrpura violeta, y que sepa grabar; estará con los artesanos que tengo conmigo en Judá y en Jerusalén, y que mi padre David ya puso a mi disposición.

7 Envíame también madera de cedro, de ciprés y de sándalo, pues yo sé que tus siervos entienden de cortar los árboles del Líbano;

8 y los míos trabajarán con los tuyos para preparar la gran cantidad de madera, pues la casa que yo deseo construir ha de ser grande y magnífica.

9 Yo daré a tus siervos que se ocupen de cortar y derribar los árboles veinte mil cargas de trigo y otras tantas de cebada, veinte mil medidas de vino y veinte mil medidas de aceite: todo esto para su mantenimiento."

10 Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que dirigió a Salomón: "Porque ama Yavé a su pueblo, te ha hecho rey de él."

11 Y decía también: "Bendito Yavé, Dios de Israel, que ha hecho los cielos y la tierra y ha dado al rey David un hijo sabio, entendido y prudente, digno de edificar la Casa de Yavé y la Casa real.

12 Yo, pues, te mando un hombre hábil y entendido, a Hiram-Abi,

13 hijo de una mujer de la tribu de Dan y de padre tirio, que sabe trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la piedra, la madera, la púrpura, el jacinto, el lino y la escarlata, y grabar toda clase de figuras; es capaz de realizar cualquier cosa que le pidas. El trabajará con sus obreros y con los de David, mi señor, tu padre.

14 Manda tú, pues, mi señor, a tus siervos el trigo y la cebada, el aceite y el vino que has ofrecido.

15 Nosotros cortaremos en el Líbano toda la madera que necesites, y la pondremos en balsas, para llevarla por mar hasta Jope; luego la llevarás de allí a Jerusalén."

16 Salomón hizo la cuenta de todos los extranjeros que había en la tierra de Israel, según el censo hecho por David, su padre; y se halló que eran ciento cincuenta y tres mil seiscientos.

17 De ellos destinó setenta mil para el transporte de cargas, ochenta mil para las canteras en las montañas y tres mil seiscientos como capataces para hacer trabajar al pueblo.