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2 SAMUEL 10 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Después de esto, aconteció que murió el rey de los hijos de Amón, y reinó en lugar suyo Hanún su hijo.

2 Y dijo David: Yo haré misericordia con Hanún hijo de Nahas, como su padre la hizo conmigo. Y envió David sus siervos para consolarlo por su padre. Mas llegados los siervos de David a la tierra de los hijos de Amón,

3 los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanún su señor: ¿Te parece que por honrar David a tu padre te ha enviado consoladores? ¿No ha enviado David sus siervos a ti para reconocer e inspeccionar la ciudad, para destruirla?

4 Entonces Hanún tomó los siervos de David, les rapó la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió.

5 Cuando se le hizo saber esto a David, envió a encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey mandó que les dijeran: Quedaos en Jericó hasta que os vuelva a nacer la barba, y entonces volved.

6 Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, enviaron los hijos de Amón y tomaron a sueldo a los sirios de Bet-rehob y a los sirios de Soba, veinte mil hombres de a pie, del rey de Maaca mil hombres, y de Is-tob doce mil hombres.

7 Cuando David oyó esto, envió a Joab con todo el ejército de los valientes.

8 Y saliendo los hijos de Amón, se pusieron en orden de batalla a la entrada de la puerta; pero los sirios de Soba, de Rehob, de Is-tob y de Maaca estaban aparte en el campo.

9 Viendo, pues, Joab que se le presentaba la batalla de frente y a la retaguardia, entresacó de todos los escogidos de Israel, y se puso en orden de batalla contra los sirios.

10 Entregó luego el resto del ejército en mano de Abisai su hermano, y lo alineó para encontrar a los amonitas.

11 Y dijo: Si los sirios pudieren más que yo, tú me ayudarás; y si los hijos de Amón pudieren más que tú, yo te daré ayuda.

12 Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere.

13 Y se acercó Joab, y el pueblo que con él estaba, para pelear contra los sirios; mas ellos huyeron delante de él.

14 Entonces los hijos de Amón, viendo que los sirios habían huido, huyeron también ellos delante de Abisai, y se refugiaron en la ciudad. Se volvió, pues, Joab de luchar contra los hijos de Amón, y vino a Jerusalén.

15 Pero los sirios, viendo que habían sido derrotados por Israel, se volvieron a reunir.

16 Y envió Hadad-ezer e hizo salir a los sirios que estaban al otro lado del Eufrates, los cuales vinieron a Helam, llevando por jefe a Sobac, general del ejército de Hadad-ezer.

17 Cuando fue dado aviso a David, reunió a todo Israel, y pasando el Jordán vino a Helam; y los sirios se pusieron en orden de batalla contra David y pelearon contra él.

18 Mas los sirios huyeron delante de Israel; y David mató de los sirios a la gente de setecientos carros, y cuarenta mil hombres de a caballo; hirió también a Sobac general del ejército, quien murió allí.

19 Viendo, pues, todos los reyes que ayudaban a Hadad-ezer, cómo habían sido derrotados delante de Israel, hicieron paz con Israel y le sirvieron; y de allí en adelante los sirios temieron ayudar más a los hijos de Amón.

  X


1 Después de esto, murió el rey de los amonitas y le sucedió su hijo Janún.

2 David se dijo: "Trataré a Janún, hijo de Najas, con benevolencia, como su padre me trató a mí". Y David envió a sus servidores, para presentarle las condolencias por la muerte de su padre. Pero cuando los servidores de David llegaron al país de Amón,

3 los jefes dijeron a Janún, su señor: "¿Crees que David te ha enviado condolencias por consideración a tu padre? ¿No será más bien a fin de explorar la ciudad, conocer sus defensas y más tarde destruirnos, por lo que David te ha enviado sus servidores?"

4 Entonces Janún tomó a los servidores de David, les hizo afeitar la mitad de la barba, cortar los vestidos a la altura de las nalgas y luego los despidió.

5 En cuanto David lo supo, mandó gente que los fuera a encontrar, con este mensaje: "Quédense en Jericó hasta que la barba les vuelva a crecer, y después volverán." Pues esos hombres estaban muy avergonzados.

6 Los amonitas se dieron cuenta de que se habían hecho odiosos a David y enviaron mensajeros para contratar a veinte mil soldados arameos de BetRejob y de Sobá, a mil hombres del rey de Maaká y a doce mil de Tob.

7 David, por su parte, envió a Joab con todo el ejército y su guardia real.

8 Los amonitas hicieron una salida y se formaron en orden de batalla a la entrada de la puerta, mientras que los arameos de Sabá y de Rejob y los hombres de Tob y Maaká estaban aparte en el campo.

9 Viendo que tenía un frente de batalla delante de él y otro detrás, Joab eligió a lo mejor de Israel para enfrentar a los arameos,

10 y confió a su hermano Abisaí el resto del ejército para hacerles frente a los amonitas.

11 Luego le dijo: "Si los arameos me dominan, tú vendrás en mi ayuda, y si los amonitas te dominan, yo iré a socorrerte.

12 ¡Ánimo!, esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. Que Yavé haga lo que le parezca bien."

13 Joab y la tropa que lo acompañaba se lanzaron al ataque contra los arameos y éstos huyeron ante él.

14 Cuando los amonitas vieron que los arameos habían huído, retrocedieron ante Abisaí y se encerraron en la ciudad. Entonces Joab puso fin a la campaña contra los amonitas y volvió a Jerusalén.

15 Al ver los arameos que habían sido vencidos por Israel, concentraron sus fuerzas.

16 Hadadezer mandó mensajeros y movilizó a todos los arameos del otro lado del Jordán. Estos se concentraron en Jelán, encabezados por Sobac, jefe del ejército de Hadadezer.

17 Cuando lo avisaron a David, reunió todo Israel, pasó el Jordán y llegó a Jelam. Los arameos presentaron batalla a David y lucharon contra él, pero fueron derrotados por Israel.

18 David mató a los combatientes de setecientos carros de guerra, y cayeron cuarenta mil hombres de a pie. También cayó Sobac, el general en jefe, quien murió allí mismo.

19 Todos estos reyes que seguían a Hadadezer hicieron la paz con los israelitas a consecuencia de su derrota y quedaron sometidos. Y, en adelante, los arameos no se atrevieron ya más a venir en ayuda de los amonitas.