“ La verdadera madre del niño, conmovida por la suerte que iba a correr su hijo, dijo al rey: "Por favor, mi señor, que le den a ella el niño vivo y que no lo partan." Pero la otra dijo: "No será ni para ti ni para mí, que lo partan."
.”
Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)