1 SAMUEL 30:4 Contexto

Cuando, al tercer día, David y sus hombres llegaron a Siquelag, los amalecitas habían pasado por allí recorriendo el país de Negueb. Habían entrado en Siquelag y la habían incendiado, llevándose las mujeres y toda la población. No habían matado a nadie, sino que los habían llevado cautivos. Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad, vieron que había sido incendiada y que habían desaparecido sus mujeres y sus hijos. Entonces se pusieron a llorar a gritos hasta quedar rendidos. También habían sido llevadas cautivas las dos esposas de David, Ajinoam y Abigaíl. David estaba en grandes apuros, pues su gente estaba muy amargada, cada uno por sus hijos e hijas, y hablaba de apedrearlo. Pero David se reanimó con Yavé, su Dios. Dijo al sacerdote Abiatar (hijo de Ajimelec): "Trae, por favor, el efod." Este se lo trajo,

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Referencia Cruzada de 1 SAMUEL 30:4