2 CORINTIOS 7:9 Contexto

Pero Dios, que consuela a los humildes, me confortó con la llegada de Tito. No solamente porque ya lo tenía a mi lado, sino también porque ustedes le habían dado una excelente acogida. Me comentó que ustedes me echaban de menos, que lamentaban lo ocurrido y que estaban muy preocupados por mí, con lo cual me alegré mucho. Si les causé tristeza con mi carta, no lo siento. Y si antes lo pude sentir, pues esa carta por un momento les causó pesar, ahora me alegro, no por su tristeza, sino porque esa tristeza los llevó al arrepentimiento. Esa tristeza venía de Dios, de manera que ningún mal les sobrevino por causa nuestra. La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el contrario, la tristeza que inspira el mundo provoca muerte. Aquella tristeza era según Dios, y miren lo que ha producido en ustedes: ¡qué preocupación tan grande por mí y cuántas disculpas!, ¡qué indignación, temor, exigencias, y qué deseo de desagraviarme y hacerme justicia! En todo han demostrado que eran inocentes en este asunto. Yo mismo, al escribirles, no pensaba en el ofensor ni tampoco en el ofendido; más bien quería que ustedes tomaran conciencia ante Dios de la preocupación que tienen por mí.

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Referencia Cruzada de 2 CORINTIOS 7:9