“ Pero él les mandó una segunda carta, que decía: "Si son de mi partido y de los que me obedecen, tomen las cabezas de los hijos del rey, su señor, y vengan mañana a conversar conmigo a estas horas en Jezrael." Los hijos del rey eran setenta y se criaban en las casas de las familias más importantes de la ciudad.
.”
Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)