2 REYES 4:8
“ Un día que Eliseo pasaba por Sunem, una dama lo invitó a comer. Y después, siempre que viajaba a ese pueblo, iba a esa casa a comer.
.”
Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)
2 REYES 4:8 Contexto
La mujer se fue y se encerró en su casa con sus hijos. Ellos le pasaban las vasijas y ella las llenaba.
Cuando estuvieron todas llenas, ella dijo a su hijo: "Tráeme otra vasija." El respondió: "Ya no hay más." Y se detuvo el aceite.
Entonces ella se lo fue a decir al hombre de Dios. Este le dijo: "Anda a vender el aceite para pagar tus deudas y, con el dinero que sobre, podrás vivir tú y tus hijos."
Un día que Eliseo pasaba por Sunem, una dama lo invitó a comer. Y después, siempre que viajaba a ese pueblo, iba a esa casa a comer.
La dama dijo entonces a su marido: "Mira, este hombre que siempre pasa por nuestra casa es un santo varón de Dios.
Si quieres le hacemos una pequeña habitación en la terraza, y ponemos en ella una cama, una silla y una lámpara. De esta manera, cuando venga a nosotros, podrá quedarse y descansar."
Un día pasó Eliseo. Se fue a la habitación de la terraza y se acostó.
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Referencia Cruzada de 2 REYES 4:8