“ Pero ten cuidado, no sea que esa gente siga siendo para ti una trampa después que la hayas destruido. No mires a sus dioses ni preguntes por ellos; no digas: "¿Cómo servía esta gente a sus dioses? ¿No debo yo hacer lo mismo?"
.”
Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)