ECLESIASTES 8:8
“ Ningún hombre es dueño del soplo de vida, nadie puede disponer del día de su muerte. Es un combate sin piedad y no hay maldad que nos pueda salvar.
.”
Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)
ECLESIASTES 8:8 Contexto
El que guarda los mandamientos no se meterá en situaciones difíciles. El sabio sabe cuál es la hora y cuáles son los criterios.
Pues hay para cosa un tiempo y un criterio.
Pero el hombre tiene una falla muy grande: nadie sabe lo que le sobrevendrá: ¿quién le dirá lo que sucederá?
Ningún hombre es dueño del soplo de vida, nadie puede disponer del día de su muerte. Es un combate sin piedad y no hay maldad que nos pueda salvar.
Todo eso lo vi mientras reflexionaba sobre todo lo que pasa bajo el sol, durante el tiempo en que los hombres tienen poder para hacerse el mal unos a otros.
Así fue como vi que a los hombres malos se los acompañaba a su entierro desde el lugar santo, y que en la ciudad se olvidaban de todo el mal que habían hecho.
como las acciones malas no son inmediatamente juzgadas y castigadas, los hombres encuentran en eso un incentivo para hacer el mal.
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Referencia Cruzada de ECLESIASTES 8:8