ISAIAS 26:11 Contexto

¡Ah, Yavé!, tú sabes que sólo buscamos el camino de tus preceptos. Tu nombre y tu memoria son el anhelo del alma. Mi alma te desea por la noche y mi espíritu se despierta en mí desde la mañana. Cuando a la tierra le llegan tus juicios, los habitantes del mundo aprenden a ser justos. Pues si se perdona al malvado, no aprende la justicia y sigue haciendo el mal en la tierra del derecho, pues no teme la majestad de Yavé. ¿Hasta cuándo los estarás amenazando sin que comprendan? Haz que vean, para vergüenza suya, que cuidas de tu pueblo; ¡que tu furor, cual fuego, devore a tus enemigos! Yavé, dígnate darnos la paz, pues, sólo tú llevas a feliz término lo que hacemos nosotros. Oh Yavé, nuestro Dios, otros señores, fuera de ti, nos han dominado, mas no recordaremos otro nombre que el tuyo, a ti solo conocemos. Los muertos no volverán, y sus sombras no se levantarán, pues los has juzgado y los hiciste morir; has borrado hasta el recuerdo de su nombre.

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Referencia Cruzada de ISAIAS 26:11