ISAIAS 28:4 Contexto

¡Ay de esa ciudad, pretenciosa corona de los borrachos de Efraím, espléndido adorno de flores marchitas en lo alto del valle fértil! ¡Todos quedan tendidos por el vino! He aquí que uno, robusto y macizo, mandado por el Señor, los tirará al suelo de un empujón, como si fuese una fuerte granizada, un viento huracanado o una inundación de lluvias torrenciales. Será pisoteada la pretenciosa corona de los borrachos de Efraím. Su espléndido adorno de flores marchitas en lo alto del valle fértil será como la primera breva que madura, que, en cuanto uno la ve, la toma con la mano y se las come. Ese día, Yavé de los Ejércitos será para los que quedan de su pueblo espléndido adorno y joya magnífica. Pues se hará espíritu de justicia para el juez en el tribunal, le ayudará a hacer justicia, y al que impide que los asaltantes pasen la puerta le dará valentía. También éstos se tambalean bajo los efectos del vino, sacerdotes y profetas andan dando tumbos por haber tomado tanto. El vino los hace titubear y los licores fuertes les hacen perder los sentidos: divagan en sus visiones y tartamudean al dar sus sentencias.

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Referencia Cruzada de ISAIAS 28:4