“ que dicen a un palo: "Tú eres mi padre", y a una piedra: "Tú me diste la vida." Ellos me dan la espalda, en vez de mostrarme su cara. Pero cuando les pase una desgracia, gritarán diciéndome: "¡Levántate, sálvanos!"
.”
Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)