JEREMIAS 4:7 Contexto

¡Oh habitantes de Judá y de Jerusalén, circuncídense por Yavé y purifiquen sus corazones, no sea que mi ira se propague como el fuego y arda, sin que nadie pueda apagarla, a causa de sus malas acciones!" Publíquenlo en Judá y que se oiga en Jerusalén. Toquen la trompeta en todo el país; griten a voz en cuello y digan: "Juntémonos y entremos en las ciudades fortificadas. Icen banderas como señales hacia el lado de Sión ¡Huyan, no se paren!" Pues yo traigo del norte la desgracia y una catástrofe inmensa. El león, que devora las naciones, se ha levantado de su madriguera y se ha puesto en marcha, abandonando su morada, para dejar tu tierra como un desierto, tus ciudades destruidas y sin habitantes. Por eso, vístanse con sacos, lloren y aúllen, porque Yavé no aparta de nosotros su ardiente cólera. Ese día, dice Yavé, desfallecerá el corazón del rey y de los jefes; los sacerdotes temblarán de miedo, y los profetas, de espanto. Y dirán: "¡Ah, Señor Yavé! ¡Mira cómo nos has engañado, cuando afirmabas: Ustedes vivirán en paz; mientras que ahora estamos con la espada al cuello!"

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Referencia Cruzada de JEREMIAS 4:7