JUECES 1:30 Contexto

Sin embargo, la tribu de Manasés no desalojó a la gente de Betsán y de Tanac, ni a los habitantes de Dor, de Jibleam y de Meguido. En estas ciudades y en los pueblos que de ellas dependen, los cananeos se mantuvieron firmes y conservaron sus tierras. Pero, cuando los israelitas se sintieron más fuertes, exigieron impuestos a los cananeos, los cuales permanecieron en su lugar. Tampoco la tribu de Efraím expulsó a los cananeos que habitaban en Gazer, ni la tribu de Zabulón a los habitantes de Quetrom y de Nalol. Estos cananeos permanecieron entre ellos, pero tuvieron que pagar impuestos. Los de Aser no expulsaron a la gente de Acó ni de Sidón, a los de Majaleb ni de Aczib, de Jelba ni de Afec y de Rejob. La tribu de Aser tuvo que habitar en medio de los cananeos que ocupaban su territorio, ya que no pudo quitarles esa provincia. Lo mismo la tribu de Neftalí, al no poder echar a los habitantes de Bet-Semés y de Bet Anat, tuvo que establecerse en medio de los cananeos que habitaban la región; pero éstos tuvieron que pagarles impuestos.

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Referencia Cruzada de JUECES 1:30