LEVITICO 22:11 Contexto

No comerán animal muerto o destrozado, pues con él se harían impuros: ¡yo soy Yavé! Ustedes guardarán estos preceptos míos, no sea que carguen con un pecado y mueran a consecuencia de esta profanación: ¡yo soy Yavé, y a ustedes los hago santos! Ningún extraño comerá de las cosas sagradas; el que viva en casa del sacerdote o que trabaje a su servicio, no comerá de las cosas sagradas. Pero si un sacerdote adquiere un esclavo comprándolo, éste podrá comer de las cosas sagradas y también los que han nacido en su casa comerán de su alimento. La hija de un sacerdote, si está casada con un extraño, no podrá comer de las cosas sagradas. Pero, si queda viuda o es despedida por su esposo sin tener hijos y vuelve a la casa de su padre, podrá comer el pan de su padre, como cuando era joven. Pero ningún extraño comerá de él. Quien sin darse cuenta coma algo sagrado, lo restituirá al sacerdote, añadiendo un quinto de más.

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