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Referencias Cruzadas de ESDRAS 2:1

“ Estas son las personas de la provincia de Judá que regresaron del cautiverio, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había deportado a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada una a su ciudad. ”


Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)
 
 

Versiculos relacionados con ESDRAS 2:1 (Referencias Cruzadas)


Nehemías 7:6-73 - Estos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio, de los que llevó cautivos Nabucodonosor rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad, los cuales vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Azarías, Raamías, Nahamani, Mardoqueo, Bilsán, Misperet, Bigvai, Nehum y Baana. El número de los varones del pueblo de Israel: Los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos. Los hijos de Sefatías, trescientos setenta y dos. Los hijos de Ara, seiscientos cincuenta y dos. Los hijos de Pahat-moab, de los hijos de Jesúa y de Joab, dos mil ochocientos dieciocho. Los hijos de Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro. Los hijos de Zatu, ochocientos cuarenta y cinco. Los hijos de Zacai, setecientos sesenta. Los hijos de Binúi, seiscientos cuarenta y ocho. Los hijos de Bebai, seiscientos veintiocho. Los hijos de Azgad, dos mil seiscientos veintidós. Los hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y siete. Los hijos de Bigvai, dos mil sesenta y siete. Los hijos de Adín, seiscientos cincuenta y cinco. Los hijos de Ater, de Ezequías, noventa y ocho. Los hijos de Hasum, trescientos veintiocho. Los hijos de Bezai, trescientos veinticuatro. Los hijos de Harif, ciento doce. Los hijos de Gabaón, noventa y cinco. Los varones de Belén y de Netofa, ciento ochenta y ocho. Los varones de Anatot, ciento veintiocho. Los varones de Bet-azmavet, cuarenta y dos. Los varones de Quiriat-jearim, Cafira y Beerot, setecientos cuarenta y tres. Los varones de Ramá y de Geba, seiscientos veintiuno. Los varones de Micmas, ciento veintidós. Los varones de Bet-el y de Hai, ciento veintitrés. Los varones del otro Nebo, cincuenta y dos. Los hijos del otro Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro. Los hijos de Harim, trescientos veinte. Los hijos de Jericó, trescientos cuarenta y cinco. Los hijos de Lod, Hadid y Ono, setecientos veintiuno. Los hijos de Senaa, tres mil novecientos treinta. Sacerdotes: los hijos de Jedaía, de la casa de Jesúa, novecientos setenta y tres. Los hijos de Imer, mil cincuenta y dos. Los hijos de Pasur, mil doscientos cuarenta y siete. Los hijos de Harim, mil diecisiete. Levitas: los hijos de Jesúa, de Cadmiel, de los hijos de Hodavías, setenta y cuatro. Cantores: los hijos de Asaf, ciento cuarenta y ocho. Porteros: Los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos de Talmón, los hijos de Acub, los hijos de Hatita y los hijos de Sobai, ciento treinta y ocho. Sirvientes del templo: los hijos de Ziha, los hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, los hijos de Queros, los hijos de Siaha, los hijos de Padón, los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los hijos de Salmai, los hijos de Hanán, los hijos de Gidel, los hijos de Gahar, los hijos de Reaía, los hijos de Rezín, los hijos de Necoda, los hijos de Gazam, los hijos de Uza, los hijos de Paseah, los hijos de Besai, los hijos de Mehunim, los hijos de Nefisesim, los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los hijos de Harhur, los hijos de Bazlut, los hijos de Mehída, los hijos de Harsa, los hijos de Barcos, los hijos de Sísara, los hijos de Tema, los hijos de Nezía, y los hijos de Hatifa. Los hijos de los siervos de Salomón: los hijos de Sotai, los hijos de Soferet, los hijos de Perida, los hijos de Jaala, los hijos de Darcón, los hijos de Gidel, los hijos de Sefatías, los hijos de Hatil, los hijos de Poqueret-hazebaim, los hijos de Amón. Todos los sirvientes del templo e hijos de los siervos de Salomón, trescientos noventa y dos. Y estos son los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Adón e Imer, los cuales no pudieron mostrar la casa de sus padres, ni su genealogía, si eran de Israel: los hijos de Delaía, los hijos de Tobías y los hijos de Necoda, seiscientos cuarenta y dos. Y de los sacerdotes: los hijos de Habaía, los hijos de Cos y los hijos de Barzilai, el cual tomó mujer de las hijas de Barzilai galaadita, y se llamó del nombre de ellas. Estos buscaron su registro de genealogías, y no se halló; y fueron excluidos del sacerdocio, y les dijo el gobernador que no comiesen de las cosas más santas, hasta que hubiese sacerdote con Urim y Tumim. Toda la congregación junta era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta, sin sus siervos y siervas, que eran siete mil trescientos treinta y siete; y entre ellos había doscientos cuarenta y cinco cantores y cantoras. Sus caballos, setecientos treinta y seis; sus mulos, doscientos cuarenta y cinco; camellos, cuatrocientos treinta y cinco; asnos, seis mil setecientos veinte. Y algunos de los cabezas de familias dieron ofrendas para la obra. El gobernador dio para el tesoro mil dracmas de oro, cincuenta tazones, y quinientas treinta vestiduras sacerdotales. Los cabezas de familias dieron para el tesoro de la obra veinte mil dracmas de oro y dos mil doscientas libras de plata. Y el resto del pueblo dio veinte mil dracmas de oro, dos mil libras de plata, y sesenta y siete vestiduras sacerdotales. Y habitaron los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los del pueblo, los sirvientes del templo y todo Israel, en sus ciudades. (Versículos como Nehemías 7:6)

Ester 1:8 - Y la bebida era según esta ley: Que nadie fuese obligado a beber; porque así lo había mandado el rey a todos los mayordomos de su casa, que se hiciese según la voluntad de cada uno. (Versículos como Ester 1:8)

Sofonías 2:7 - Será aquel lugar para el remanente de la casa de Judá; allí apacentarán; en las casas de Ascalón dormirán de noche; porque Jehová su Dios los visitará, y levantará su cautiverio. (Versículos como Sofonías 2:7)

Lamentaciones 1:3 - Judá ha ido en cautiverio a causa de la aflicción y de la dura servidumbre; Ella habitó entre las naciones, y no halló descanso; Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras. (Versículos como Lamentaciones 1:3)

Ester 1:11 - que trajesen a la reina Vasti a la presencia del rey con la corona regia, para mostrar a los pueblos y a los príncipes su belleza; porque era hermosa. (Versículos como Ester 1:11)

Jeremías 52:1-34 - Era Sedequías de edad de veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías de Libna. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todo lo que hizo Joacim. Y a causa de la ira de Jehová contra Jerusalén y Judá, llegó a echarlos de su presencia. Y se rebeló Sedequías contra el rey de Babilonia. Aconteció, por tanto, a los nueve años de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que vino Nabucodonosor rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalén, y acamparon contra ella, y de todas partes edificaron contra ella baluartes. Y estuvo sitiada la ciudad hasta el undécimo año del rey Sedequías. En el mes cuarto, a los nueve días del mes, prevaleció el hambre en la ciudad, hasta no haber pan para el pueblo. Y fue abierta una brecha en el muro de la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron, y salieron de la ciudad de noche por el camino de la puerta entre los dos muros que había cerca del jardín del rey, y se fueron por el camino del Arabá, estando aún los caldeos junto a la ciudad alrededor. Y el ejército de los caldeos siguió al rey, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; y lo abandonó todo su ejército. Entonces prendieron al rey, y le hicieron venir al rey de Babilonia, a Ribla en tierra de Hamat, donde pronunció sentencia contra él. Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías delante de sus ojos, y también degolló en Ribla a todos los príncipes de Judá. No obstante, el rey de Babilonia sólo le sacó los ojos a Sedequías, y le ató con grillos, y lo hizo llevar a Babilonia; y lo puso en la cárcel hasta el día en que murió. Y en el mes quinto, a los diez días del mes, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán capitán de la guardia, que solía estar delante del rey de Babilonia. Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y destruyó con fuego todo edificio grande. Y todo el ejército de los caldeos, que venía con el capitán de la guardia, destruyó todos los muros en derredor de Jerusalén. E hizo transportar Nabuzaradán capitán de la guardia a los pobres del pueblo, y a toda la otra gente del pueblo que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia, y a todo el resto de la multitud del pueblo. Mas de los pobres del país dejó Nabuzaradán capitán de la guardia para viñadores y labradores. Y los caldeos quebraron las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, y las basas, y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y llevaron todo el bronce a Babilonia. Se llevaron también los calderos, las palas, las despabiladeras, los tazones, las cucharas, y todos los utensilios de bronce con que se ministraba, y los incensarios, tazones, copas, ollas, candeleros, escudillas y tazas; lo de oro por oro, y lo de plata por plata, se llevó el capitán de la guardia. Las dos columnas, un mar, y los doce bueyes de bronce que estaban debajo de las basas, que había hecho el rey Salomón en la casa de Jehová; el peso del bronce de todo esto era incalculable. En cuanto a las columnas, la altura de cada columna era de dieciocho codos, y un cordón de doce codos la rodeaba; y su espesor era de cuatro dedos, y eran huecas. Y el capitel de bronce que había sobre ella era de una altura de cinco codos, con una red y granadas alrededor del capitel, todo de bronce; y lo mismo era lo de la segunda columna con sus granadas. Había noventa y seis granadas en cada hilera; todas ellas eran ciento sobre la red alrededor. Tomó también el capitán de la guardia a Seraías el principal sacerdote, a Sofonías el segundo sacerdote, y tres guardas del atrio. Y de la ciudad tomó a un oficial que era capitán de los hombres de guerra, a siete hombres de los consejeros íntimos del rey, que estaban en la ciudad, y al principal secretario de la milicia, que pasaba revista al pueblo de la tierra para la guerra, y sesenta hombres del pueblo que se hallaron dentro de la ciudad. Los tomó, pues, Nabuzaradán capitán de la guardia, y los llevó al rey de Babilonia en Ribla. Y el rey de Babilonia los hirió, y los mató en Ribla en tierra de Hamat. Así Judá fue transportada de su tierra. Este es el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo: En el año séptimo, a tres mil veintitrés hombres de Judá. En el año dieciocho de Nabucodonosor él llevó cautivas de Jerusalén a ochocientas treinta y dos personas. El año veintitrés de Nabucodonosor, Nabuzaradán capitán de la guardia llevó cautivas a setecientas cuarenta y cinco personas de los hombres de Judá; todas las personas en total fueron cuatro mil seiscientas. Y sucedió que en el año treinta y siete del cautiverio de Joaquín rey de Judá, en el mes duodécimo, a los veinticinco días del mes, Evil-merodac rey de Babilonia, en el año primero de su reinado, alzó la cabeza de Joaquín rey de Judá y lo sacó de la cárcel. Y habló con él amigablemente, e hizo poner su trono sobre los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia. Le hizo mudar también los vestidos de prisionero, y comía pan en la mesa del rey siempre todos los días de su vida. Y continuamente se le daba una ración de parte del rey de Babilonia, cada día durante todos los días de su vida, hasta el día de su muerte. (Versículos como Jeremías 52:1)

Lamentaciones 1:5 - Sus enemigos han sido hechos príncipes, sus aborrecedores fueron prosperados, Porque Jehová la afligió por la multitud de sus rebeliones; Sus hijos fueron en cautividad delante del enemigo. (Versículos como Lamentaciones 1:5)

Esdras 5:8 - Sea notorio al rey, que fuimos a la provincia de Judea, a la casa del gran Dios, la cual se edifica con piedras grandes; y ya los maderos están puestos en las paredes, y la obra se hace de prisa, y prospera en sus manos. (Versículos como Esdras 5:8)

2 Crónicas 36:1-23 - Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz hijo de Josías, y lo hizo rey en lugar de su padre en Jerusalén . De veintrés años era Joacaz cuando comenzó a reinar, y tres meses reinó en Jerusalén . Y el rey de Egipto lo quitó de Jerusalén, y condenó la tierra a pagar cien talentos de plata y uno de oro. Y estableció el rey de Egipto a Eliacim hermano de Joacaz por rey sobre Judá y Jerusalén, y le mudó el nombre en Joacim; y a Joacaz su hermano tomó Necao, y lo llevó a Egipto. Cuando comenzó a reinar Joacim era de veinticinco años, y reinó once años en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios. Y subió contra él Nabucodonosor rey de Babilonia, y lo llevó a Babilonia atado con cadenas. También llevó Nabucodonosor a Babilonia de los utensilios de la casa de Jehová, y los puso en su templo en Babilonia. Los demás de los hechos de Joacim, y las abominaciones que hizo, y lo que en él se halló, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá: y reinó en su lugar Joaquín su hijo. De ocho años era Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová. A la vuelta del año el rey Nabucodonosor envió y lo hizo llevar a Babilonia, juntamente con los objetos preciosos de la casa de Jehová, y constituyó a Sedequías su hermano por rey sobre Judá y Jerusalén. De veintiún años era Sedequías cuando comenzó a reinar, y once años reinó en Jerusalén . E hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios, y no se humilló delante del profeta Jeremías, que le hablaba de parte de Jehová. Se rebeló asimismo contra Nabucodonosor, al cual había jurado por Dios; y endureció su cerviz, y obstinó su corazón, para no volverse a Jehová el Dios de Israel. También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén. Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo, y de su habitación. Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio. Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni doncella, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos. Asimismo todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a Babilonia. Y quemaron la casa de Dios, y rompieron el muro de Jerusalén, y consumieron a fuego todos sus palacios, y destruyeron todos sus objetos deseables. Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia; y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los Persas; Para que se cumpliese la palabra de Jehová por la boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos. Mas al primer año de Ciro rey de los persas, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, Jehová despertó el espíritu de Ciro rey de los persas, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito, por todo su reino, diciendo: Así dice Ciro, rey de los persas: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él me ha encargado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios sea con él, y suba. (Versículos como 2 Crónicas 36:1)