Ezequiel 24:18 - Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado. (Versículos como Ezequiel 24:18)

Ezequiel 37:7 - Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. (Versículos como Ezequiel 37:7)

Ezequiel 37:10 - Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo. (Versículos como Ezequiel 37:10)

Marcos 14:16 - Fueron sus discípulos y entraron en la ciudad, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua. (Versículos como Marcos 14:16)

Hechos 26:19 - Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial, (Versículos como Hechos 26:19)

Juan 15:14 - Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. (Versículos como Juan 15:14)

Juan 2:5-8 - Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. (Versículos como Juan 2:5)

Ezequiel 2:8 - Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy. (Versículos como Ezequiel 2:8)

Ezequiel 12:3 - Por tanto tú, hijo de hombre, prepárate enseres de marcha, y parte de día delante de sus ojos; y te pasarás de tu lugar a otro lugar a vista de ellos, por si tal vez atienden, porque son casa rebelde. (Versículos como Ezequiel 12:3)

Mateo 21:6-7 - Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. (Versículos como Mateo 21:6)

Jeremías 32:8-12 - Y vino a mí Hanameel hijo de mi tío, conforme a la palabra de Jehová, al patio de la cárcel, y me dijo: Compra ahora mi heredad, que está en Anatot en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti corresponde el rescate; cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra de Jehová. Y compré la heredad de Hanameel, hijo de mi tío, la cual estaba en Anatot, y le pesé el dinero; diecisiete siclos de plata. Y escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza. Tomé luego la carta de venta, sellada según el derecho y costumbre, y la copia abierta. Y di la carta de venta a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel el hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito la carta de venta, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel. (Versículos como Jeremías 32:8)