2 Corintios 1:12 - Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros. (Versículos como 2 Corintios 1:12)

Juan 1:47 - Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. (Versículos como Juan 1:47)

Job 1:1 - Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. (Versículos como Job 1:1)

Ezequiel 11:20 - para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. (Versículos como Ezequiel 11:20)

Lucas 11:28 - Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. (Versículos como Lucas 11:28)

Juan 13:17 - Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. (Versículos como Juan 13:17)

Lucas 1:6 - Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. (Versículos como Lucas 1:6)

1 Tesalonicenses 4:1-2 - Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; (Versículos como 1 Tesalonicenses 4:1)

Salmos 112:1 - Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. (Versículos como Salmos 112:1)

Oseas 14:9 - ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos. (Versículos como Oseas 14:9)

Salmos 101:2 - Entenderé el camino de la perfección Cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. (Versículos como Salmos 101:2)

Salmos 32:1-2 - Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. (Versículos como Salmos 32:1)