Salmos 65:5 - Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines del mar. (Versículos como Salmos 65:5)

Colosenses 1:11 - fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; (Versículos como Colosenses 1:11)

Salmos 47:2 - Porque Jehová el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra. (Versículos como Salmos 47:2)

Salmos 45:4 - En tu gloria sé prosperado; Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia, Y tu diestra te enseñará cosas terribles. (Versículos como Salmos 45:4)

Salmos 76:12 - Cortará él el espíritu de los príncipes; Temible es a los reyes de la tierra. (Versículos como Salmos 76:12)

Isaías 40:29 - El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. (Versículos como Isaías 40:29)

Zacarías 10:12 - Y yo los fortaleceré en Jehová, y caminarán en su nombre, dice Jehová. (Versículos como Zacarías 10:12)

Deuteronomio 33:25 - Hierro y bronce serán tus cerrojos, Y como tus días serán tus fuerzas. (Versículos como Deuteronomio 33:25)

Salmos 72:18-19 - Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, El único que hace maravillas. Bendito su nombre glorioso para siempre, Y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén. (Versículos como Salmos 72:18)

Hebreos 12:24-29 - a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor. (Versículos como Hebreos 12:24)