Colosenses 3:15 - Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. (Versículos como Colosenses 3:15)

Efesios 4:31 - Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. (Versículos como Efesios 4:31)

Proverbios 18:21 - La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos. (Versículos como Proverbios 18:21)

Proverbios 25:28 - Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda. (Versículos como Proverbios 25:28)

Proverbios 17:27 - El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido. (Versículos como Proverbios 17:27)

Proverbios 21:23 - El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias. (Versículos como Proverbios 21:23)

1 Tesalonicenses 2:13 - Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. (Versículos como 1 Tesalonicenses 2:13)

Proverbios 14:29 - El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. (Versículos como Proverbios 14:29)

Hechos 17:11 - Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. (Versículos como Hechos 17:11)

Gálatas 5:20-21 - idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Versículos como Gálatas 5:20)

Hechos 10:33 - Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado. (Versículos como Hechos 10:33)

Efesios 4:26 - Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, (Versículos como Efesios 4:26)

Eclesiastés 5:1-3 - Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio. (Versículos como Eclesiastés 5:1)

Eclesiastés 7:8-9 - Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu. No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. (Versículos como Eclesiastés 7:8)

Hechos 2:42 - Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. (Versículos como Hechos 2:42)

Santiago 1:26 - Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. (Versículos como Santiago 1:26)

Proverbios 19:19 - El de grande ira llevará la pena; Y si usa de violencias, añadirá nuevos males. (Versículos como Proverbios 19:19)

Nehemías 9:3 - Y puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron sus pecados y adoraron a Jehová su Dios. (Versículos como Nehemías 9:3)

Nehemías 8:18 - Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito. (Versículos como Nehemías 8:18)

Marcos 12:37 - David mismo le llama Señor; ¿cómo, pues, es su hijo? Y gran multitud del pueblo le oía de buena gana. (Versículos como Marcos 12:37)

Marcos 2:2 - E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. (Versículos como Marcos 2:2)