1 Hermanos, deseo de todo corazón y pido a Dios que los judíos se salven.
2 Declaro en su favor que son fanáticos del servicio de Dios, pero en una forma equivocada.
3 No entienden cómo Dios nos da la verdadera rectitud y se empeñan en construir la suya; y por esta razón no hicieron caso del camino de Dios.
4 Porque la Ley lleva a Cristo, y es entonces cuando por la fe se llega a ser justo.
5 Moisés habla de ser justo en base a la Ley, pues escribe: Quien la cumpla, hallará por ella la vida.
6 Pero hay otra justicia que es fruto de la fe, y dice así: No digas en tu corazón: ¿quién subirá al cielo? (era una manera de decir que Cristo bajaría de allí).
7 Y luego: ¿Quién bajará al abismo? (es una manera de decir que Cristo subiría de entre los muertos).
8 Y luego se dice: Muy cerca de ti está la Palabra, ya está en tus labios y en tu corazón. Ahí tienen nuestro mensaje, y es la fe.
9 Porque te salvarás si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos.
10 La fe del corazón te procura la verdadera rectitud, y tu boca, que lo proclama, te consigue la salvación.
11 La Escritura ya lo dijo: El que cree en él no quedará defraudado.
12 Así que no hay diferencia entre judío y griego; todos tienen el mismo Señor, que es muy generoso con todo el que lo invoca;
13 porque todo el que invoque el Nombre del Señor se salvará.
14 Pero ¿cómo invocarán al Señor sin haber creído en él? Y ¿cómo podrán creer si no han oído hablar de él? Y ¿cómo oirán si no hay quien lo proclame?
15 Y ¿cómo lo proclamarán si no son enviados? Como dice la Escritura: Qué bueno es ver los pasos de los que traen buenas noticias.
16 Pero es un hecho que no todos aceptaron la Buena Noticia, como decía Isaías: Señor, ¿quién nos ha escuchado y ha creído?
17 Así, pues, la fe nace de una proclamación, y lo que se proclama es el mensaje cristiano.
18 Me pregunto: ¿Será porque no oyeron? ¡Claro que oyeron! Esta voz resonó en toda la tierra, y sus palabras se oyeron hasta en el último rincón del mundo.
19 Y sigo preguntando: ¿Cómo puede ser que Israel no entendió? Y de inmediato Moisés nos dice: Yo haré que te pongas celoso de una nación que ni siquiera es nación; excitaré tu enojo contra una nación insensata.
20 Isaías luego se atreve a decir: Fui hallado por los que no me buscaban y me manifesté a quienes no preguntaban por mí.
21 Pero añade, y se refiere a Israel: Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo desobediente y rebelde.