SALMOS 39:5 Contexto

Había dicho:"Andaré derecho, para que no peque por mi lengua, le pondré a mi lengua una mordaza mientras el malvado se yergue ante mí". Callaba resignado, sin decir palabra, pero me atormentaba al ver su buena suerte; me ardía por dentro el corazón, y el escándalo atizaba el fuego, hasta que al fin se me soltó la lengua. "Señor, haz que conozca mi fin y cuál es el largo de mis días, para que sepa lo frágil que soy. A mis días no les diste más de una cuarta y mi existencia es nada para ti. El hijo de Adán se pavonea, pero no es más que soplo Pasa el hombre mortal como una sombra, no es más que un soplo, pero se afana y almacena sin saber quién lo tendrá. Si es así, ¿qué me queda, Señor? Pondré en ti mi esperanza.

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Referencia Cruzada de SALMOS 39:5