1
2 Dios es nuestro refugio y fortaleza, socorro siempre a mano en momentos de angustia.
3 Por eso, si hay temblor no temeremos, o si al fondo del mar caen los montes;
4 aunque sus aguas rujan y se encrespen y los montes a su ímpetu retiemblen: El Señor Sabaot está con nosotros, es nuestro baluarte el Dios de Jacob.
5 Un río, sus brazos regocijan a la ciudad de Dios, santifica las moradas del Altísimo.
6 Dios está en ella, no puede ceder, Dios la socorre al despuntar la aurora.
7 Los pueblos bramaban, los reinos en marcha se ponían... El eleva su voz y el mundo se hunde.
8 El Señor Sabaot está con nosotros, es nuestro baluarte el Dios de Jacob.
9 Vengan a ver las hazañas del Señor, y los estragos que causó a la tierra.
10 Pone fin a la guerra en todo el país, rompe el arco y en dos parte la lanza y consume los carros en el fuego.
11 Paren y reconozcan que soy Dios, muy por encima de los pueblos y muy alto sobre la tierra.
12 El Señor Sabaot está con nosotros, es nuestro baluarte el Dios de Jacob.