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ECLESIASTES 3 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;

3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;

4 tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;

5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;

6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;

8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.

9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?

10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.

11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;

13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.

14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.

15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.

16 Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad.

17 Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.

18 Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias.

19 Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.

20 Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.

21 ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?

22 Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?

  X


1 Hay bajo el sol un momento para todo, y un tiempo para hacer cada cosa:

2 Tiempo para nacer, y tiempo para morir; tiempo para plantar, y tiempo para arrancar lo plantado;

3 tiempo para matar y tiempo para curar; tiempo para demoler y tiempo para edificar;

4 tiempo para llorar y tiempo para reír; tiempo para gemir y tiempo para bailar;

5 tiempo para lanzar piedras y tiempo para recogerlas; tiempo para los abrazos y tiempo para abstenerse de ellos;

6 tiempo para buscar y tiempo para perder; tiempo para conservar y tiempo para tirar fuera;

7 tiempo para rasgar y tiempo para coser; tiempo para callarse y tiempo para hablar;

8 tiempo para amar y tiempo para odiar; tiempo para la guerra y tiempo para la paz.

9 Al final ¿qué provecho saca uno de sus afanes?

10 Me puse a considerar la tarea que Dios impone a los hombres para humillarlos.

11 Todo lo que él hace llega a su tiempo; pero ha puesto la eternidad en sus corazones, y el hombre no encuentra el sentido de la obra divina desde el principio al fin.

12 Vi entonces que su verdadero bien es la alegría y hacer el bien durante su vida.

13 Si uno puede comer y beber, si encuentra la felicidad en su trabajo, eso es un don de Dios.

14 Vi que todo lo que hace Dios perdura para siempre; no hay nada que añadirle, nada que quitarle. Y Dios actúa de manera tal que se le respete.

15 Lo que es ya existió; lo que será ya fue; Dios va a rebuscar en lo que ya pasó.

16 Vi otras cosas bajo el sol: en vez de derecho se encuentra la injusticia; en la sede de la justicia se sienta el malvado.

17 Y me dije a mí mismo: Dios juzgará al justo y al malo, pues hay tiempo para todo, y nada escapa a su juicio.

18 Me dije a mí mismo, pensando en lo que es el hombre: Dios los pone a prueba, les demuestra que no son más que animales.

19 Pues hombre y bestia tienen la misma suerte; la muerte es tanto para uno como para el otro. El aliento es el mismo y el hombre no tiene nada más que el animal. Esa es otra cosa que no tiene sentido,

20 que todo vaya al mismo lugar. Todo viene del polvo y todo vuelve al polvo.

21 ¿Quién dirá si el aliento del hombre parte a las alturas, y el del animal baja a la tierra?

22 Y vi que lo único que el hombre puede esperar es gozar del fruto de sus obras; porque esa es su condición. Pero, ¿quién le dará a conocer lo que pasará después?