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EXODO 14 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:

2 Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar.

3 Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado.

4 Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así.

5 Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva?

6 Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo;

7 y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos.

8 Y endureció Jehová el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa.

9 Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.

10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.

11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?

12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.

13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.

14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.

16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería;

18 y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.

19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,

20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.

22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.

23 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo.

24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios,

25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios.

26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.

27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.

28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.

29 Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda.

30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.

31 Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.

  X


1 Yavé dijo a Moisés:

2 "Ordena a los hijos de Israel que cambien de rumbo y acampen frente a Piajirot, que está entre Migdal y el mar, delante de Baal-Sefón. Al llegar a este lugar levantarán el campamento junto al mar.

3 Así, pues, Faraón pensará que los hijos de Israel andan errantes en el país y que no pueden atravesar el desierto.

4 Yo, entonces, haré que se ponga duro y los persiga a ustedes; y luego, me haré famoso a costa de Faraón y de todo su ejército, y sabrá Egipto que yo soy Yavé." Ellos lo hicieron así.

5 Anunciaron al rey de Egipto que el pueblo de Israel se había marchado. De repente, Faraón y su gente cambiaron de parecer respecto al pueblo. Dijeron: "¿Qué hemos hecho? Dejamos que se fueran los israelitas, y ya no estarán para servirnos."

6 Faraón hizo preparar su carro y llevó consigo su gente.

7 Tomó seiscientos carros escogidos, ¡todos los carros de Egipto!, cada uno con sus guerreros.

8 Yavé había endurecido el corazón del rey y, mientras los israelitas se marchaban seguros, él los persiguió.

9 Los egipcios, es decir, todos los carros, los caballos, los jinetes y el ejército de Faraón, se lanzaron en su persecución y les dieron alcance mientras acampaban junto al mar, cerca de Piajirot, frente a Baal-Sefón.

10 Al aproximarse Faraón, los israelitas pudieron ver que los egipcios los estaban persiguiendo. Sintieron mucho miedo y clamaron a Yavé;

11 dijeron a Moisés: "¿Acaso no había tumbas en Egipto para que nos hayas traído a morir al desierto?, ¿qué has ganado con sacarnos de Egipto?

12 Te dijimos claramente en Egipto: Déjanos en paz, y mejor servimos a los egipcios, porque más no conviene servir a los egipcios que morir en el desierto."

13 Moisés contestó al pueblo: "¡No se asusten, permanezcan firmes! Vean la obra de Yavé y cómo él los salva hoy. Miren a esos egipcios a los que nunca más volverán a ver.

14 Yavé peleará por ustedes, y ustedes solamente mirarán."

15 Yavé dijo a Moisés: "¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha.

16 Luego levanta tu bastón, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los hijos de Israel pasen en seco por medio del mar.

17 Yo, mientras tanto, endureceré el corazón de los egipcios para que salgan en persecución de ustedes, y me haré famoso a costa de Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de su caballería.

18 Entonces Egipto conocerá que yo soy Yavé."

19 El Ángel de Dios que iba delante de los israelitas pasó detrás de ellos; también la nube en forma de columna vino a colocarse detrás,

20 poniéndose entre el campo de los israelitas y el de los egipcios. Esta nube era para unos tinieblas y para otros iluminaba la noche; y no se acercaron los unos a los otros durante la noche.

21 Moisés extendió su mano sobre el mar y Yavé hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del oriente que secó el mar. Se dividieron las aguas.

22 Los israelitas pasaron en seco, por medio del mar; las aguas les hacían de murallas a izquierda y a derecha.

23 Los egipcios se lanzaron a perseguirlos, y todo el ejército de Faraón entró en medio del mar con sus carros y caballos.

24 Llegada la madrugada, Yavé miró a los egipcios desde el fuego y la nube, y provocó el desorden en el ejército de Faraón.

25 Atascó las ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Entonces los egipcios dijeron: "Huyamos de Israel, porque Yavé pelea con ellos contra nosotros."

26 Pero Yavé dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas volverán sobre los egipcios, sus carros y sus caballos."

27 Moisés extendió su mano sobre el mar. Al amanecer, el mar volvió a su lugar. Mientras los egipcios trataban de huir, Yavé arrojó a los egipcios en el mar.

28 Las aguas al volver cubrieron los carros, los caballos y su gente, o sea, todo el ejército de Faraón que había entrado en el mar persiguiéndolos: no se escapó ni uno solo.

29 Los israelitas, en cambio, habían pasado en medio del mar; las aguas les hacían de murallas a derecha e izquierda.

30 Aquel día, Yavé liberó a Israel del poder de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar. Israel vio los prodigios que Yavé había obrado contra Egipto, y el pueblo temió a Yavé. Creyó en Yavé y en Moisés, su siervo.