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EXODO 16 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.

2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;

3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.

4 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.

5 Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día.

6 Entonces dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto,

7 y a la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros?

8 Dijo también Moisés: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.

9 Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehová, porque él ha oído vuestras murmuraciones.

10 Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová apareció en la nube.

11 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

12 Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.

13 Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento.

14 Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra.

15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer.

16 Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

17 Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos;

18 y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.

19 Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana.

20 Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés.

21 Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía.

22 En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés.

23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.

24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió.

25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo.

26 Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará.

27 Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron.

28 Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?

29 Mirad que Jehová os dió el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.

30 Así el pueblo reposó el séptimo día.

31 Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.

32 Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Llenad un gomer de él, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto.

33 Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes.

34 Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó a Moisés.

35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán.

36 Y un gomer es la décima parte de un efa.

  X


1 Los israelitas se marcharon de Elim y llegaron al desierto de Sin, entre Elim y el Sinaí, el día quince del segundo mes después de la salida de Egipto.

2 Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto.

3 Les decían: "¡Ojalá Yavé nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan en abundancia. Ustedes, en cambio, nos han traído a este desierto en que todo ese gentío morirá de hambre."

4 Pero Yavé dijo a Moisés: "Ahora les hago llover pan del cielo; salga el pueblo y recoja lo que necesita para cada día. Y yo voy a probar si se ajusta o no a mi enseñanza...

5 El día sexto prepararán lo que les envíe, y será el doble de la ración diaria."

6 Entonces Moisés y Aarón dijeron a toda la gente de Israel: "Esta tarde ustedes reconocerán que Yavé es el que los ha sacado de Egipto,

7 y por la mañana sus ojos verán la Gloria de Yavé. Yavé ha escuchado cuando ustedes murmuraron contra él. Pues sus quejas no se dirigían a nosotros, ¿qué somos nosotros?

8 Esta tarde, Yavé les dará carne para que coman, y por la mañana, pan a saciedad. Esa es la manera como les contestará porque le han criticado a él y no a nosotros. Pues nosotros, ¿qué somos?"

9 Moisés dijo a Aarón: "Di a todos los hijos de Israel: Vengan, preséntense a Yavé, porque ha oído las quejas de ustedes."

10 Y mientras Aarón hablaba al pueblo, miraron hacia el desierto: la Gloria de Yavé se apareció en medio de la nube.

11 Yavé habló a Moisés diciendo:

12 "He oído las quejas de mi pueblo. Diles: por la tarde comerán carne y por la mañana se saciarán de pan; así sabrán que yo soy Yavé, el Dios de ustedes."

13 Aquella misma tarde llegaron codornices, que cubrieron el campamento. Y, por la mañana, en torno al campamento, había una capa de rocío.

14 Al evaporarse el rocío, apareció sobre el suelo del desierto una cosa menuda, como granos, parecida a la escarcha.

15 Cuando los israelitas vieron esto, se dijeron unos a otros: "Manha", o sea: "¿Qué es esto?" Pues no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: "Este es el pan que Yavé les da para comer.

16 Yavé manda que cada uno recoja cuanto necesite para comer, alrededor de unos cinco litros por persona; y cada uno recogerá lo necesario para la gente de su tienda de campaña."

17 Así lo hicieron los israelitas. Unos recogieron mucho y otros menos.

18 Pero cuando lo midieron con el medio decálitro, ni los que recogieron mucho tenían más, ni los que recogieron poco tenían menos: cada uno tenía su ración.

19 Moisés les dijo: "Que nadie guarde nada para mañana."

20 Algunos no le hicieron caso, sino que guardaron para el día siguiente. Pero se llenó de gusanos y se pudrió. Moisés se enojó con ellos.

21 Cada cual recogía día tras día lo que necesitaba para el día, y luego, al calentar el sol se derretía lo que quedaba.

22 El día sexto, cada uno recogió doble ración: dos medio-decálitros por persona. Todos los jefes de la comunidad fueron a decírselo a Moisés.

23 El les dijo: "Esto es lo que tiene ordenado Yavé: Mañana es día sábado, un descanso sagrado que le es dedicado. Hagan hoy todo lo que tengan que hacer, cuezan lo que haya que cocer, hiervan lo que han de hervir y guarden lo que sobre para el día siguiente."

24 Ellos guardaron el maná tal como Moisés lo había mandado y el maná no se pudrió. Entonces Moisés les dijo:

25 "Esta será la comida para hoy. Hoy es el día de descanso para Yavé y no encontrarán maná en el campo.

26 Durante seis días saldrán a buscarlo, pero el séptimo día, que es el descanso, no habrá."

27 Cuando llegó el séptimo día, algunos salieron a buscar maná, pero no hallaron nada. Por lo cual Yavé dijo a Moisés:

28 "¿Hasta cuándo se negarán a observar mis mandamientos y mi Ley?

29 Acuérdense de que Yavé les ha dado el sábado, y por esto el día sexto les ha doblado la ración. Quédense cada uno en su casa y que nadie se mueva el día séptimo."

30 El pueblo, entonces, observó el descanso el día séptimo.

31 La gente de Israel llamó a este alimento: maná. Era como la semilla del cilantro, blanco, y su gusto se parecía al de una torta de miel.

32 Moisés dijo: "Yavé ha dado esta orden: Guarden una medida de maná para sus descendientes, para que vean el alimento que les di de comer en el desierto cuando los hice salir de Egipto."

33 Moisés dijo a Aarón: "Toma un tiesto y échale una medida de maná; la depositarás ante la presencia de Yavé y la conservarás para los descendientes de ustedes."

34 Aarón, pues, llevó el vaso conforme Moisés se lo había dicho, y lo depositó delante de las tablas de las Declaraciones divinas.

35 Los hijos de Israel comieron maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a una tierra poblada;

36 comieron el maná hasta que llegaron a la tierra de Canaán.