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EXODO 32 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.

2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.

3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón;

4 y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

5 Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová.

6 Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.

7 Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido.

8 Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

9 Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz.

10 Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande.

11 Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?

12 ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo.

13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre.

14 Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.

15 Y volvió Moisés y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas.

16 Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.

17 Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento.

18 Y él respondió: No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo.

19 Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.

20 Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel.

21 Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado?

22 Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado a mal.

23 Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.

24 Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro.

25 Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos,

26 se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví.

27 Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.

28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.

29 Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, pues cada uno se ha consagrado en su hijo y en su hermano, para que él dé bendición hoy sobre vosotros.

30 Y aconteció que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a Jehová; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado.

31 Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro,

32 que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.

33 Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro.

34 Ve, pues, ahora, lleva a este pueblo a donde te he dicho; he aquí mi ángel irá delante de ti; pero en el día del castigo, yo castigaré en ellos su pecado.

35 Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.

  X


1 Moisés no bajaba del cerro y le pareció al pueblo un tiempo largo. Se reunieron en torno a Aarón, al que dijeron: "Fabrícanos un Dios que nos lleve adelante, ya que no sabemos qué ha sido de Moisés, que nos sacó de Egipto."

2 Aarón les contestó: "Saquen los aros de oro que sus mujeres, y sus hijos e hijas llevan en sus orejas, y tráiganmelos."

3 Todos se los sacaron y los entregaron a Aarón.

4 El los recibió y fabricó un ternero de metal batido. Entonces exclamaron: "Israel, aquí están tus dioses que te han sacado de Egipto."

5 Se lo mostraron a Aarón, el que edificó un altar delante de la imagen y luego anunció: "Mañana habrá fiesta en honor de Yavé."

6 Al día siguiente, se levantaron temprano, ofrecieron víctimas consumidas por el fuego, y también presentaron sacrificios de comunión. El pueblo se sentó para comer y beber; luego se levantaron para divertirse.

7 Entonces Yavé dijo a Moisés en el cerro: "Vuelve y baja, porque tu pueblo ha pecado.

8 Bien pronto se han apartado del camino que yo les había indicado. Se han hecho un ternero de metal fundido y se han postrado ante él. Le han ofrecido sacrificios y han dicho: Israel, aquí están tus dioses que te han sacado de Egipto."

9 Yavé dijo también: "Ya veo que ese pueblo es un pueblo rebelde.

10 Ahora, pues, deja que estalle mi furor contra ellos. Voy a exterminarlos, mientras que de ti yo haré nacer un gran pueblo."

11 Moisés suplicó a Yavé, su Dios, con estas palabras: "Oh Yavé, ¿cómo podrías enojarte con tu pueblo, después de todos los prodigios que hiciste para sacarlo de Egipto?

12 ¿O quieres que los egipcios digan: "Yavé los ha sacado con mala intención, para matarlos en los cerros y suprimirlos de la tierra"? Aplaca tu ira y renuncia a castigar a tu pueblo.

13 Acuérdate de tus servidores Abrahán, Isaac y Jacob, y de las promesas que les hiciste. Pues juraste por tu propio Nombre: "Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu raza la tierra que te prometí, para que sea de ellos para siempre"."

14 Así, pues, Yavé renunció a destruir a su pueblo, como lo había anunciado.

15 Al bajar de vuelta del cerro, Moisés traía las dos tablas de las Declaraciones divinas en que las leyes estaban escritas y grabadas por ambos lados.

16 Las tablas eran obra de Dios, como también la escritura era la escritura de Dios, grabada sobre ellas.

17 Josué estaba con Moisés, y al oír el griterío del pueblo dijo: "¡Hay gritos de guerra en el campamento!"

18 Moisés le contestó: "No son gritos de victoria, ni lamentos de derrota; lo que oigo son cantos a coros."

19 Al acercarse Moisés al campamento, vio el ternero y las danzas. Se llenó de furor y arrojó las tablas, que se hicieron pedazos al pie del cerro.

20 Después tomó el ternero que habían fabricado, lo quemó y lo machacó hasta reducirlo a polvo. Y dio de beber al pueblo agua con este polvo mezclado.

21 Moisés dijo a Aarón: "¿Qué te hizo ese pueblo para que lo hayas arrastrado a un pecado tan grave?"

22 Aarón le contestó: "¡No te enojes conmigo, mi señor! Tú mismo sabes que este pueblo es inclinado al mal.

23 Ellos me dijeron: No sabemos lo que ha pasado con Moisés, el que nos ha sacado de Egipto, así que fabrícanos dioses que nos lleven adelante.

24 Yo les dije: "¿Quiénes son los de ustedes que tienen oro? Ellos se lo sacaron al instante de sus orejas y me lo dieron; yo lo fundí y salió este ternero."

25 Moisés vio que el pueblo estaba sin freno, porque Aarón se lo había quitado, y que sus enemigos habrían tenido toda la razón al despreciarlo.

26 Se colocó, pues, a la entrada del campamento y llamó en voz alta: "¡Vengan a mí los que estén por Yavé!" Todos los de la tribu de Leví se juntaron en torno a él.

27 El les dijo: "Esta es orden de Yavé, el Dios de Israel: Colóquense cada uno su espada al costado y pasen y repasen por el campamento, de una entrada a la otra; y no vacilen en matar a sus hermanos, compañeros y familiares."

28 Los de la tribu de Leví cumplieron la orden de Moisés, y perecieron, aquel día, unos tres mil hombres del pueblo.

29 Entonces Moisés dijo a los levitas: "Ustedes hoy acaban de ser consagrados a Yavé con sangre, tal vez con la sangre de un hijo o de un hermano. Por eso hoy él les da la bendición."

30 Al día siguiente Moisés dijo al pueblo: "Ustedes han cometido un gran pecado, pero voy a subir donde Yavé. Ojalá pueda obtener por ustedes el perdón de este pecado."

31 Al volver Moisés donde Yavé le dijo: "Este pueblo ha cometido un gran pecado con estos dioses de oro que se hicieron.

32 Con todo, dígnate perdonar su pecado..., pero si no, bórrame del libro que has escrito."

33 Yavé respondió a Moisés: "Al que peca contra mí, a éste borraré yo de mi libro.

34 Pero tú, sigue, y conduce al pueblo al lugar que te indiqué. Mi Ángel irá delante de ti, pero algún día los visitaré y les pediré cuentas de su pecado."

35 Y, en efecto, Yavé castigó al pueblo por el ternero que se fabricaron, el ternero que les hizo Aarón.