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EZEQUIEL 21 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

2 Hijo de hombre, pon tu rostro contra Jerusalén, y derrama palabra sobre los santuarios, y profetiza contra la tierra de Israel.

3 Dirás a la tierra de Israel: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo estoy contra ti, y sacaré mi espada de su vaina, y cortaré de ti al justo y al impío.

4 Y por cuanto he de cortar de ti al justo y al impío, por tanto, mi espada saldrá de su vaina contra toda carne, desde el sur hasta el norte.

5 Y sabrá toda carne que yo Jehová saqué mi espada de su vaina; no la envainaré más.

6 Y tú, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de tus lomos y con amargura; gime delante de los ojos de ellos.

7 Y cuando te dijeren: ¿Por qué gimes tú? dirás: Por una noticia que cuando llegue hará que desfallezca todo corazón, y toda mano se debilitará, y se angustiará todo espíritu, y toda rodilla será débil como el agua; he aquí que viene, y se hará, dice Jehová el Señor.

8 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

9 Hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Di: La espada, la espada está afilada, y también pulida.

10 Para degollar víctimas está afilada, pulida está para que relumbre. ¿Hemos de alegrarnos? Al cetro de mi hijo ha despreciado como a un palo cualquiera.

11 Y la dio a pulir para tenerla a mano; la espada está afilada, y está pulida para entregarla en mano del matador.

12 Clama y lamenta, oh hijo de hombre; porque ésta será sobre mi pueblo, será ella sobre todos los príncipes de Israel; caerán ellos a espada juntamente con mi pueblo; hiere, pues, tu muslo;

13 porque está probado. ¿Y qué, si la espada desprecia aun al cetro? El no será más, dice Jehová el Señor.

14 Tú, pues, hijo de hombre, profetiza, y bate una mano contra otra, y duplíquese y triplíquese el furor de la espada homicida; esta es la espada de la gran matanza que los traspasará,

15 para que el corazón desmaye, y los estragos se multipliquen; en todas las puertas de ellos he puesto espanto de espada. ¡Ah! dispuesta está para que relumbre, y preparada para degollar.

16 Corta a la derecha, hiere a la izquierda, adonde quiera que te vuelvas.

17 Y yo también batiré mi mano contra mi mano, y haré reposar mi ira. Yo Jehová he hablado.

18 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

19 Tú, hijo de hombre, traza dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia; de una misma tierra salgan ambos; y pon una señal al comienzo de cada camino, que indique la ciudad adonde va.

20 El camino señalarás por donde venga la espada a Rabá de los hijos de Amón, y a Judá contra Jerusalén, la ciudad fortificada.

21 Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación; ha sacudido las saetas, consultó a sus ídolos, miró el hígado.

22 La adivinación señaló a su mano derecha, sobre Jerusalén, para dar la orden de ataque, para dar comienzo a la matanza, para levantar la voz en grito de guerra, para poner arietes contra las puertas, para levantar vallados, y edificar torres de sitio.

23 Mas para ellos esto será como adivinación mentirosa, ya que les ha hecho solemnes juramentos; pero él trae a la memoria la maldad de ellos, para apresarlos.

24 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto habéis hecho traer a la memoria vuestras maldades, manifestando vuestras traiciones, y descubriendo vuestros pecados en todas vuestras obras; por cuanto habéis venido en memoria, seréis entregados en su mano.

25 Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día ha llegado ya, el tiempo de la consumación de la maldad,

26 así ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona; esto no será más así; sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto.

27 A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y yo se lo entregaré.

28 Y tú, hijo de hombre, profetiza, y dí: Así ha dicho Jehová el Señor acerca de los hijos de Amón, y de su oprobio. Dirás, pues: La espada, la espada está desenvainada para degollar; para consumir está pulida con resplandor.

29 Te profetizan vanidad, te adivinan mentira, para que la emplees sobre los cuellos de los malos sentenciados a muerte, cuyo día vino en el tiempo de la consumación de la maldad.

30 ¿La volveré a su vaina? En el lugar donde te criaste, en la tierra donde has vivido, te juzgaré,

31 y derramaré sobre ti mi ira; el fuego de mi enojo haré encender sobre ti, y te entregaré en mano de hombres temerarios, artífices de destrucción.

32 Serás pasto del fuego, se empapará la tierra de tu sangre; no habrá más memoria de ti, porque yo Jehová he hablado.

  X


1 Entonces se me dirigió esta palabra de Yavé:

2 "Hijo de hombre, vuélvete hacia Jerusalén, profetiza en contra del Templo, profetiza en contra de la tierra de Israel.

3 A la tierra de Israel le dirás esta palabra de Yavé: Me lanzo contra ti. Sacaré mi espada de la vaina y acabaré con el justo y con el malo.

4 Sí, quiero que desaparezcan de ti tanto el justo como el malvado; para eso sale mi espada de su vaina, para castigar a todo mortal, desde el sur al norte.

5 Y todo mortal sabrá que yo Yavé fui quien sacó la espada de la vaina, y no la guardaré más.

6 ¡Ponte a gemir, hijo de hombre! Lanza gemidos ante ellos como si tuvieras roto el corazón, lleno de tristeza.

7 Y si te dicen ¿Por qué te lamentas tanto? les responderás: Es por una noticia que acaba de llegar, todos se van a desmoralizar, se les caerán las manos, sus espíritus se perturbarán y sus rodillas temblarán. He aquí que viene, ya está aquí, dice Yavé."

8 Me fue dirigida una palabra de Yavé:

9 "Hijo de hombre, profetiza. Les dirás esta palabra de Yavé: ¡Brilla la espada, la afilada!

10 Le han sacado punta para la masacre, brilla y lanza destellos.

11 Yavé la dio para que la hagan relucir y para que la tomen con toda la mano; esa espada afilada y que brilla se la entregarán al verdugo.

12 Grita, hijo de hombre, lanza alaridos, porque está destinada a mi pueblo, a todos los jefes de Israel. Serán pasados a espada junto con el pueblo, ¡golpéate de desesperación!

13 El castigo está decidido -palabra de Yavé.

14 Y tú, hijo de hombre, profetiza y aplaude con fuerza. Que la espada pase tres veces, la espada que traspasa a sus víctimas, la gran espada que masacra y que pasa por entremedio de ellos.

15 Todos se asustarán y muchos morirán, porque en todas las puertas he puesto la espada para la masacre; lanza destellos, reluce para la masacre.

16 ¡Mata a diestra y siniestra, mata en todas partes!

17 Y yo aplaudiré con fuerza, porque mi cólera habrá quedado satisfecha: yo, Yavé, hablé."

18 Se me dirigió esta palabra de Yavé:

19 "Hijo de hombre, traza dos caminos para la espada del rey de Babilonia. Los dos salen del mismo punto, pero tú pon allí un letrero para que la espada pueda elegir entre los dos caminos, cada uno de los cuales lleva a una ciudad:

20 o Rabba de los Amonitas o Judá, con Jerusalén en el centro.

21 El rey de Babilonia se detuvo en el cruce de caminos, se ve la suerte, sacude las flechas, interroga a los ídolos, examina el hígado de los animales.

22 La suerte hace que salga Jerusalén en su mano derecha. Inmediatamente lanza un grito de guerra: "¡Emplacen las maquinarias junto a las puertas, levanten terraplenes, caven trincheras!"

23 Los habitantes de Jerusalén no lo pueden creer, pero el rey de Babilonia no se ha olvidado de su infidelidad y se lo hará pagar.

24 Esto dice Yavé: Ustedes han hecho justamente lo que se necesita para que se acuerden de sus deudas, para que quede al desnudo el pecado en todas sus malas acciones. Me he acordado de ustedes y serán tomados a la fuerza.

25 Ha llegado para ti el tiempo del castigo definitivo, príncipe de Israel, criminal infame.

26 Esto dice Yavé: Te arrancarán el turbante, te quitarán la corona y se invertirá la situación: lo que está abajo será levantado y lo que está arriba será rebajado.

27 En ruinas, ruinas y más ruinas lo convertiré todo hasta que venga aquel a quien le pertenece el derecho, a ese lo restableceré.

28 Profetiza, hijo de hombre, con respecto a los Amonitas en respuesta a sus insultos. Les dirás esta palabra de Yavé: Han sacado la espada para la masacre, la espada reluce y devora, lanza destellos.

29 Te apoyas en falsas visiones, en señales mentirosas; serás condenado a la espada y echado junto con los malvados masacrados: llegó la hora, la injusticia llegó a su fin.

30 Regresa a tu casa, deja esas tierras, quiero juzgarte ahí mismo donde fuiste creado, en la tierra donde naciste.

31 Desencadenaré mi cólera contra ti, el fuego de mi furor te alcanzará; te entregaré en manos de hombres bárbaros que lo único que saben es destruir.

32 Te condenaré a las llamas, tu sangre se derramará por tus tierras, y no se acordarán más de ti, porque yo Yavé, hablé.