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ISAIAS 18 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 ¡Ay de la tierra que hace sombra con las alas, que está tras los ríos de Etiopía;

2 que envía mensajeros por el mar, y en naves de junco sobre las aguas! Andad, mensajeros veloces, a la nación de elevada estatura y tez brillante, al pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos.

3 Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad.

4 Porque Jehová me dijo así: Me estaré quieto, y los miraré desde mi morada, como sol claro después de la lluvia, como nube de rocío en el calor de la siega.

5 Porque antes de la siega, cuando el fruto sea perfecto, y pasada la flor se maduren los frutos, entonces podará con podaderas las ramitas, y cortará y quitará las ramas.

6 Y serán dejados todos para las aves de los montes y para las bestias de la tierra; sobre ellos tendrán el verano las aves, e invernarán todas las bestias de la tierra.

7 En aquel tiempo será traída ofrenda a Jehová de los ejércitos, del pueblo de elevada estatura y tez brillante, del pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos, al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte de Sion.

  X


1 ¡Ay de la tierra de las langostas aladas, más allá de los ríos de Etiopía, del país que envía embajadores por mar en livianas canoas de juncos!

2 Vayan, rápidos mensajeros, al país de gente alta y morena, cuyo pueblo ha sido siempre temible; a la nación vigorosa y conquistadora cuya tierra está surcada por ríos.

3 Ustedes, habitantes del universo y pobladores de la tierra, miren esta bandera en lo alto de los cerros, y escuchen el sonido del clarín.

4 Porque así me ha hablado Yavé: Me quedo mirando y sin moverme ahí donde estoy, así como pesa el calor cuando hay mucho sol, o como se detiene una nube blanca en un día de siega.

5 Pues antes de la vendimia, después que haya florecido la viña, y cuando comiencen a aparecer los granitos, podaré los sarmientos con las tijeras y arrancaré o cortaré los racimos.

6 Y quedarán a merced del ave de rapiña de los cerros o de las fieras salvajes. Los buitres estarán sobre ellos en el verano y las fieras salvajes, en el invierno.

7 En ese tiempo, el pueblo de gente alta y morena, ese pueblo siempre respetado, la nación vigorosa cuyo territorio está surcado por ríos, le llevará regalos a Yavé de los Ejércitos al lugar de su Nombre, al cerro de Sión.