Biblia Online

La Palabra de Dios preservada y viva

728

ISAIAS 25 Paralela rv60
y bla95

< Anterior

Siguiente >

Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.

2 Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el alcázar de los extraños para que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedificado.

3 Por esto te dará gloria el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes robustas.

4 Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro.

5 Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube harás marchitar el renuevo de los robustos.

6 Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados.

7 Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones.

8 Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.

9 Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.

10 Porque la mano de Jehová reposará en este monte; pero Moab será hollado en su mismo sitio, como es hollada la paja en el muladar.

11 Y extenderá su mano por en medio de él, como la extiende el nadador para nadar; y abatirá su soberbia y la destreza de sus manos;

12 Y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la echará a tierra, hasta el polvo.

  X


1 Yavé, tú eres mi Dios, yo te saludo y celebro tu Nombre, pues hiciste maravillas, obras que venían desde mucho antes, que no podían faltar.

2 Has hecho de la ciudad un montón de escombros, y de la fortaleza una ruina; el bastión de los extranjeros ya no es una ciudad, y nadie la reconstruirá.

3 Por eso te proclama un pueblo poderoso, y la ciudad respetada por las naciones te teme.

4 Tú has sido un refugio para el despreciado, una ayuda para el pobre en su miseria; te hiciste abrigo contra la lluvia, y sombra para el calor. El aliento de los tiranos es como la lluvia helada

5 o como el ardor del sol en el desierto; pero tú rebajas la arrogancia de los extranjeros como el calor del sol, y haces callar el canto de los tiranos.

6 Yavé de los Ejércitos está preparando para todos los pueblos, en este cerro, una comida con jugosos asados y buenos vinos, un banquete de carne y vinos escogidos.

7 En este cerro quitará el velo de luto que cubría a todos los pueblos y la mortaja que envolvía a todas las naciones.

8 Y destruirá para siempre a la Muerte. El Señor Yavé enjugará las lágrimas de todos los rostros; devolverá la honra a su pueblo, y a toda la tierra, pues así lo ha dicho Yavé.

9 Entonces dirán: "Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;

10 pues la mano de Yavé se nota en este cerro." Moab, en cambio, será pisoteado como se pisotea la paja en un montón de guano,

11 y desde allí levantará sus brazos como los extiende el nadador para nadar. Pero Yavé aplastará su soberbia a pesar de sus esfuerzos.

12 Tus seguras y elevadas torres, las destruirá, las demolerá y las echará abajo.