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JOSUE 10 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Cuando Adonisedec rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai, y que la había asolado (como había hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey), y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los israelitas, y que estaban entre ellos,

2 tuvo gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres eran fuertes.

3 Por lo cual Adonisedec rey de Jerusalén envió a Hoham rey de Hebrón, a Piream rey de Jarmut, a Jafía rey de Laquis y a Debir rey de Eglón, diciendo:

4 Subid a mí y ayudadme, y combatamos a Gabaón; porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel.

5 Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y acamparon cerca de Gabaón, y pelearon contra ella.

6 Entonces los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento en Gilgal: No niegues ayuda a tus siervos; sube prontamente a nosotros para defendernos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas se han unido contra nosotros.

7 Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes.

8 Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti.

9 Y Josué vino a ellos de repente, habiendo subido toda la noche desde Gilgal.

10 Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

11 Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada.

12 Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón.

13 Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero

14 Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.

15 Y Josué, y todo Israel con él, volvió al campamento en Gilgal.

16 Y los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda.

17 Y fue dado aviso a Josué que los cinco reyes habían sido hallados escondidos en una cueva en Maceda.

18 Entonces Josué dijo: Rodad grandes piedras a la entrada de la cueva, y poned hombres junto a ella para que los guarden;

19 y vosotros no os detengáis, sino seguid a vuestros enemigos, y heridles la retaguardia, sin dejarles entrar en sus ciudades; porque Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.

20 Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel acabaron de herirlos con gran mortandad hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fortificadas.

21 Todo el pueblo volvió sano y salvo a Josué, al campamento en Maceda; no hubo quien moviese su lengua contra ninguno de los hijos de Israel.

22 Entonces dijo Josué: Abrid la entrada de la cueva, y sacad de ella a esos cinco reyes.

23 Y lo hicieron así, y sacaron de la cueva a aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalén, al rey de Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquis y al rey de Eglón.

24 Y cuando los hubieron llevado a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Acercaos, y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se acercaron y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos.

25 Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.

26 Y después de esto Josué los hirió y los mató, y los hizo colgar en cinco maderos; y quedaron colgados en los maderos hasta caer la noche.

27 Y cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los quitasen de los maderos, y los echasen en la cueva donde se habían escondido; y pusieron grandes piedras a la entrada de la cueva, las cuales permanecen hasta hoy.

28 En aquel mismo día tomó Josué a Maceda, y la hirió a filo de espada, y mató a su rey; por completo los destruyó, con todo lo que en ella tenía vida, sin dejar nada; e hizo al rey de Maceda como había hecho al rey de Jericó.

29 Y de Maceda pasó Josué, y todo Israel con él, a Libna; y peleó contra Libna;

30 y Jehová la entregó también a ella y a su rey en manos de Israel; y la hirió a filo de espada, con todo lo que en ella tenía vida, sin dejar nada; e hizo a su rey de la manera como había hecho al rey de Jericó.

31 Y Josué, y todo Israel con él, pasó de Libna a Laquis, y acampó cerca de ella, y la combatió;

32 y Jehová entregó a Laquis en mano de Israel, y la tomó al día siguiente, y la hirió a filo de espada, con todo lo que en ella tenía vida, así como había hecho en Libna.

33 Entonces Horam rey de Gezer subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo destruyó Josué, hasta no dejar a ninguno de ellos.

34 De Laquis pasó Josué, y todo Israel con él, a Eglón; y acamparon cerca de ella, y la combatieron;

35 y la tomaron el mismo día, y la hirieron a filo de espada; y aquel día mató a todo lo que en ella tenía vida, como había hecho en Laquis.

36 Subió luego Josué, y todo Israel con él, de Eglón a Hebrón, y la combatieron.

37 Y tomándola, la hirieron a filo de espada, a su rey y a todas sus ciudades, con todo lo que en ella tenía vida, sin dejar nada; como había hecho a Eglón, así la destruyeron con todo lo que en ella tenía vida.

38 Después volvió Josué, y todo Israel con él, sobre Debir, y combatió contra ella;

39 y la tomó, y a su rey, y a todas sus ciudades; y las hirieron a filo de espada, y destruyeron todo lo que allí dentro tenía vida, sin dejar nada; como había hecho a Hebrón, y como había hecho a Libna y a su rey, así hizo a Debir y a su rey.

40 Hirió, pues, Josué toda la región de las montañas, del Neguev, de los llanos y de las laderas, y a todos sus reyes, sin dejar nada; todo lo que tenía vida lo mató, como Jehová Dios de Israel se lo había mandado.

41 Y los hirió Josué desde Cades-barnea hasta Gaza, y toda la tierra de Gosén hasta Gabaón.

42 Todos estos reyes y sus tierras los tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel.

43 Y volvió Josué, y todo Israel con él, al campamento en Gilgal.

  X


1 Adonisedec, rey de Jerusalén, supo que Josué había conquistado y arrasado a Hay, tratándola junto con su rey del mismo modo que trató a Jericó y a su rey. Supo también que los gabaonitas habían hecho la paz con los israelitas para poder vivir en medio de ellos.

2 Temió mucho, porque Gabaón era una ciudad muy importante, una ciudad real mayor que Hay, y sus hombres eran muy valientes.

3 En vista de esto, Adonisedec envió a decir a Oham, rey de Hebrón; a Faram, rey de Jerimot; a Jafia, rey de Laquis, y a Dabir, rey de Eglón:

4 "Vengan a mí y ayúdenme a conquistar a Gabaón, porque ha hecho pacto con Josué y los israelitas."

5 Se juntaron, pues, y subieron los cinco reyes de los amorreos, el de Jerusalén, el de Hebrón, el de Jerimot, el de Laquis y el de Eglón, cada uno con sus tropas. Acamparon frente a Gabaón y la sitiaron.

6 Los gabaonitas mandaron a decir a Josué al campamento de Guilgal: "No nos dejes solos, sino que ven hasta nosotros y ayúdanos, pues todos los reyes amorreos que habitan en la montaña se unieron en contra nuestra."

7 Josué salió el mismo día de Guilgal con todos sus hombres y valientes guerreros.

8 Entonces Yavé dijo a Josué: "No los temas, porque los he puesto en tus manos y ninguno de ellos te podrá resistir."

9 Josué subió de Guilgal, caminó toda la noche y cayó por sorpresa sobre los amorreos.

10 Yavé los derrotó. Los israelitas reportaron una gran victoria en Gabaón y los persiguieron por la subida de Betorón hasta llegar a Azecá y Maquedá.

11 Mientras huían, Yavé hizo caer piedras desde el cielo sobre ellos hasta Azecá, matándolos. Y fueron más los que perecieron por la granizada que los muertos por la espada de los israelitas.

12 Aquel día en que Yavé le entregó a los amorreos, Josué se dirigió a Yavé, y dijo a la vista de todo Israel: "Deténte, sol, en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Ayalón."

13 Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que el pueblo hubo tomado desquite de sus enemigos. Así está escrito en el Libro del Justo. El sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse casi un día entero.

14 No hubo día igual, ni antes ni después, en que Yavé haya obedecido una orden de un hombre. Es que Yavé peleaba por Israel.

15 Después Josué, con todo Israel, volvió al campamento de Guilgal.

16 Pero los cinco reyes habían huido y se escondieron en la cueva de Maquedá.

17 Se lo dijeron a Josué: "Hallamos a los cinco reyes; están escondidos en la cueva de Maquedá."

18 Josué, pues, ordenó: "Hagan rodar piedras grandes para tapar la entrada y dejen hombres de guardia.

19 Pero que los demás no se detengan. Sigan a sus enemigos y córtenles la retirada. No los dejen volver a sus ciudades, pues Yavé, nuestro Dios, los ha puesto en nuestras manos."

20 Josué y los israelitas los derrotaron y acabaron con ellos. Sólo algunos sobrevivientes se refugiaron en ciudades fortificadas,

21 mientras que todo Israel volvió ileso al campamento junto a Josué. En adelante nadie se atrevió a provocarlos.

22 Luego Josué ordenó: "Abran la entrada de la caverna, saquen a los cinco reyes y tráiganmelos."

23 Lo hicieron, llevando a los cinco reyes ante la presencia de Josué: el rey de Jerusalén, el de Hebrón, el de Laquis, el de Jerimot y el rey de Eglón.

24 Josué reunió a todo Israel y dijo a los capitanes de las tropas: "Acérquense y pongan sus pies sobre el cuello de esos reyes." Se acercaron, pues, y pusieron sus pies sobre el cuello de los reyes.

25 Entonces Josué les dijo: "No teman ni se acobarden, sean valientes y decididos, porque así tratará Yavé a todos los enemigos con los que nos enfrentaremos."

26 En seguida, Josué les dio muerte y les hizo colgar de cinco árboles, quedando de esta manera hasta la tarde.

27 Al anochecer descolgaron los cuerpos de los reyes y los arrojaron en la misma cueva donde estaban escondidos y la cerraron con piedras grandes que todavía se ven hoy allí.

28 Ese mismo día, Josué se apoderó de Maquedá. Pasó a cuchillo a su rey y a sus habitantes. La consagró en anatema a Yavé con todos los que estaban en ella, sin perdonar a ninguno. El rey sufrió la misma suerte que el de Jericó.

29 Luego Josué con todo Israel fue a atacar a Libna.

30 Yavé la entregó con su rey a los israelitas, que la pasaron a cuchillo con todos sus habitantes sin perdonar a nadie. El rey experimentó la misma suerte que el de Jericó.

31 De Libna pasó a Laquis, la asedió y la atacó.

32 Yavé también le entregó esta ciudad con su rey y habitantes, que sufrieron la misma suerte de Libna.

33 Entonces Horam, rey de Gazer, subió para socorrer a Laquis, pero Josué lo derrotó junto con todo su pueblo y no dejó a nadie con vida.

34 De Laquis pasó a Eglón, la sitió y la conquistó el mismo día.

35 El rey y los habitantes de Eglón también fueron acuchillados; la consagraron en anatema como habían hecho con Laquis.

36 De Eglón pasaron a Hebrón; la conquistó junto con todos los pueblos que dependían de ella,

37 pasó a cuchillo a su rey y habitantes, sin dejar ningún sobreviviente. Lo hizo tal como trató a Eglón: la consagró en anatema.

38 Josué y todo Israel con él se volvió contra Dabir y la atacó.

39 La tomó, así como a todos los pueblos que dependían de ella. Pasó a cuchillo a su rey y habitantes, consagrándolos en anatema, sin perdonar a nadie. Dabir y su rey recibieron el mismo castigo que Hebrón y Libna.

40 De esta forma Josué conquistó toda la parte de los cerros, el desierto de Negueb, el llano y las pendientes con sus reyes. No dejó ningún sobreviviente, sino que consagró en anatema a todo ser viviente, según Yavé lo había ordenado.

41 Josué los derrotó desde Cadés-Barné hasta Gaza y desde Gosén hasta Gabaón.

42 Josué venció a todos estos reyes y se apoderó de todas estas tierras de una sola vez, porque Yavé peleó por Israel.

43 Después regresó con todo Israel a su campamento en Guilgal.