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JOSUE 14 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Esto, pues, es lo que los hijos de Israel tomaron por heredad en la tierra de Canaán, lo cual les repartieron el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun, y los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel.

2 Por suerte se les dio su heredad, como Jehová había mandado a Moisés que se diera a las nueve tribus y a la media tribu.

3 Porque a las dos tribus y a la media tribu les había dado Moisés heredad al otro lado del Jordán; mas a los levitas no les dio heredad entre ellos.

4 Porque los hijos de José fueron dos tribus, Manasés y Efraín; y no dieron parte a los levitas en la tierra sino ciudades en que morasen, con los ejidos de ellas para sus ganados y rebaños.

5 De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel en el repartimiento de la tierra.

6 Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.

7 Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón.

8 Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.

9 Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.

10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.

11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.

12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.

13 Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.

14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.

15 Mas el nombre de Hebrón fue antes Quiriat-arba; porque Arba fue un hombre grande entre los anaceos. Y la tierra descansó de la guerra.

  X


1 Esto es lo que recibieron en herencia los israelitas en el país de Canaán; se lo repartieron Eleazar, el sacerdote, y Josué, hijo de Nun, y los jefes de las familias paternas de las tribus de Israel.

2 Todo lo distribuyeron por suerte entre las nueve tribus y media, tal como Yavé había ordenado a Moisés.

3 A las otras dos tribus y media Moisés ya les había dado su parte,

4 al lado oriental del Jordán. Por otra parte los levitas no recibieron herencia, pero en lugar de ellos, los hijos de José formaban dos tribus: Manasés y Efraím. Los levitas no tuvieron tierras sino algunas ciudades para vivir y el campo alrededor para mantener a sus bestias y ganados.

5 Así los hijos de Israel repartieron la tierra de Canaán, tal como Yavé se lo había ordenado a Moisés.

6 Los hijos de Judá se presentaron a Josué en Guilgal, y Caleb, hijo de Jefoné, el cananeo, le dijo:

7 "Tú sabes lo que Yavé le dijo a Moisés, hombre de Dios, a mi respecto en Cadés-Barné. Yo tenía cuarenta años cuando Moisés me envió desde Cadés-Barné a explorar la tierra, y yo le informé sinceramente.

8 Seguí fiel a Yavé, mi Dios, no obstante que los hermanos que me acompañaron desalentaban al pueblo.

9 Aquel día Moisés hizo este juramento: Por haber sido fiel a Yavé, mi Dios, la tierra que pisaron tus pies será tuya y de tus descendientes para siempre.

10 Ahora bien, Yavé, cumpliendo su palabra, me ha permitido vivir hasta hoy. Hace cuarenta y cinco años que Yavé dio esta orden a Moisés, cuando Israel peregrinaba en el desierto.

11 Hoy cuento ochenta y cinco años y tengo la misma buena salud que cuando fui enviado a explorar. El mismo vigor que entonces me dura hasta hoy, tanto para combatir como para caminar.

12 Dame, pues, esa montaña que me prometió Yavé. Como tú lo has oído, allí hay enaceos que viven en ciudades fortificadas. Pero con la ayuda de Yavé espero conquistarlas, según Yavé me prometió."

13 Josué bendijo a Caleb, hijo de Jefoné, y le entregó Hebrón para herencia suya.

14 Y desde entonces hasta hoy, Hebrón perteneció a Caleb por haber sido fiel en todo a Yavé, Dios de Israel.

15 Antiguamente Hebrón se llamó Cariat-Arbe; Arbe era el hombre más grande entre los enaceos. Y descansó el país después de estas guerras.