Biblia Online

La Palabra de Dios preservada y viva

728

JUAN 13 Paralela rv60
y bla95

< Anterior

Siguiente >

Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

2 Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase,

3 sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba,

4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.

5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.

6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?

7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.

8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.

9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

11 Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.

12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?

13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.

14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.

17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.

18 No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.

19 Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy.

20 De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.

21 Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.

22 Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba.

23 Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús.

24 A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba.

25 El entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es?

26 Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón.

27 Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto.

28 Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto.

29 Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres.

30 Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche.

31 Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él.

32 Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará.

33 Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir.

34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.

35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

36 Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; mas me seguirás después.

37 Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti.

38 Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.

  X


1 Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de salir de este mundo para ir al Padre, como había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

2 Estaban comiendo la cena y el diablo ya había depositado en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle.

3 Jesús, por su parte, sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos y que había salido de Dios y que a Dios volvía.

4 Entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura.

5 Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado.

6 Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: "¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?"

7 Jesús le contestó: "Tú no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás más tarde."

8 Pedro replicó: "Jamás me lavarás los pies." Jesús le respondió: "Si no te lavo, no podrás tener parte conmigo."

9 Entonces Pedro le dijo: "Señor, lávame no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza."

10 Jesús le dijo: "El que se ha bañado, está completamente limpio y le basta lavarse los pies. Y ustedes están limpios, aunque no todos."

11 Jesús sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: "No todos ustedes están limpios."

12 Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿Comprenden lo que he hecho con ustedes?

13 Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy.

14 Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros.

15 Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo.

16 En verdad les digo: El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más que el que lo envía.

17 Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica.

18 No me refiero a todos ustedes, pues conozco a los que he escogido, y tiene que cumplirse lo que dice la Escritura: El que compartía mi pan se ha levantado contra mí.

19 Se lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.

20 En verdad les digo: El que reciba al que yo envíe, a mí me recibe, y el que me reciba a mí, recibe al que me ha enviado."

21 Tras decir estas cosas, Jesús se conmovió en su espíritu y dijo con toda claridad: "En verdad les digo: uno de ustedes me va a entregar."

22 Los discípulos se miraron unos a otros, pues no sabían a quién se refería.

23 Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba recostado junto a él en la mesa,

24 y Simón Pedro le hizo señas para que le preguntara de quién hablaba.

25 Se volvió hacia Jesús y le preguntó: "Señor, ¿quién es?"

26 Jesús le contestó: "Voy a mojar un pedazo de pan en el plato. Aquél al cual se lo dé, ése es." Jesús mojó un pedazo de pan y se lo dio a Judas Iscariote, hijo de Simón.

27 Apenas Judas tomó el pedazo de pan, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: "Lo que vas a hacer, hazlo pronto."

28 Ninguno de los que estaban a la mesa comprendió por qué Jesús se lo decía.

29 Como Judas tenía la bolsa común, algunos creyeron que Jesús quería decirle: "Compra lo que nos hace falta para la fiesta.", o bien: "da algo a los pobres."

30 Judas se comió el pedazo de pan y salió inmediatamente. Era de noche.

31 Cuando Judas salió, Jesús dijo: "Ahora es glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él.

32 Por lo tanto, Dios lo va a introducir en su propia Gloria, y lo glorificará muy pronto.

33 Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Me buscarán, y como ya dije a los judíos, ahora se lo digo a ustedes: donde yo voy, ustedes no pueden venir.

34 Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado.

35 En esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros."

36 Simón Pedro le preguntó: "Señor, ¿adónde vas?" Jesús le respondió: "Adonde yo voy no puedes seguirme ahora, pero me seguirás más tarde."

37 Pedro le dijo: "Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Estoy dispuesto a dar mi vida por ti."

38 Jesús le respondió: "¿Dar tú la vida por mí? En verdad te digo que antes de que cante el gallo me habrás negado tres veces."