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PROVERBIOS 14 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.

2 El que camina en su rectitud teme a Jehová; Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia.

3 En la boca del necio está la vara de la soberbia; Mas los labios de los sabios los guardarán.

4 Sin bueyes el granero está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan.

5 El testigo verdadero no mentirá; Mas el testigo falso hablará mentiras.

6 Busca el escarnecedor la sabiduría y no la halla; Mas al hombre entendido la sabiduría le es fácil.

7 Vete de delante del hombre necio, Porque en él no hallarás labios de ciencia.

8 La ciencia del prudente está en entender su camino; Mas la indiscreción de los necios es engaño.

9 Los necios se mofan del pecado; Mas entre los rectos hay buena voluntad.

10 El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entremeterá en su alegría.

11 La casa de los impíos será asolada; Pero florecerá la tienda de los rectos.

12 Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.

13 Aun en la risa tendrá dolor el corazón; Y el término de la alegría es congoja.

14 De sus caminos será hastiado el necio de corazón; Pero el hombre de bien estará contento del suyo.

15 El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos.

16 El sabio teme y se aparta del mal; Mas el insensato se muestra insolente y confiado.

17 El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido.

18 Los simples heredarán necedad; Mas los prudentes se coronarán de sabiduría.

19 Los malos se inclinarán delante de los buenos, Y los impíos a las puertas del justo.

20 El pobre es odioso aun a su amigo; Pero muchos son los que aman al rico.

21 Peca el que menosprecia a su prójimo; Mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.

22 ¿No yerran los que piensan el mal? Misericordia y verdad alcanzarán los que piensan el bien.

23 En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.

24 Las riquezas de los sabios son su corona; Pero la insensatez de los necios es infatuación.

25 El testigo verdadero libra las almas; Mas el engañoso hablará mentiras.

26 En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.

27 El temor de Jehová es manantial de vida Para apartarse de los lazos de la muerte.

28 En la multitud del pueblo está la gloria del rey; Y en la falta de pueblo la debilidad del príncipe.

29 El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.

30 El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.

31 El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.

32 Por su maldad será lanzado el impío; Mas el justo en su muerte tiene esperanza.

33 En el corazón del prudente reposa la sabiduría; Pero no es conocida en medio de los necios.

34 La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones.

35 La benevolencia del rey es para con el servidor entendido; Mas su enojo contra el que lo avergüenza.

  X


1 La Sabiduría construye la casa, la estupidez la destruye con sus propias manos.

2 El que teme a Yavé toma el recto camino, el que lo desprecia se aleja de él.

3 Las palabras del insensato le traen la reprensión, lo que dice el sabio trabaja por él.

4 Sin bueyes los graneros quedarán vacíos; los ingresos dependen de la fuerza de los animales.

5 Un testigo digno de fe dice la verdad; un testigo falso miente tanto como respira.

6 El burlón busca la sabiduría, pero en vano; el hombre reflexivo aprende rápido.

7 Apártate del tonto; no recibirás de su boca la sabiduría.

8 La sabiduría del hombre hábil consiste en saber a dónde va; la necedad de los tontos los extravía.

9 Los tontos se burlan del pecado, pero Dios favorece a los hombres buenos.

10 El corazón conoce su propia pena, y su alegría nadie podrá compartirla.

11 La casa de los malvados será destruida, pero la tienda de los justos no se moverá.

12 A algunos su camino les parece recto, pero al final del camino está la muerte.

13 Aun en medio de la risa el corazón tiene sus penas, la alegría acaba en tristeza.

14 El descarriado se saciará con el fruto de su conducta, y lo mismo el hombre de bien.

15 El simple cree todo lo que se dice, pero el prudente mira dónde pone los pies.

16 El sabio teme el mal y se aparte de él, el tonto sigue adelante sin preocuparse.

17 El colérico comete disparates, el hombre reflexivo lo soporta todo.

18 Los ingenuos sólo adquieren la estupidez, los hábiles podrán estar orgullosos de su saber.

19 Los malos se inclinarán ante los buenos, los pecadores esperarán junto a la puerta del justo.

20 El pobre le causa fastidio a su mismo vecino, mientras que el rico tiene muchos amigos.

21 El que desprecia a su prójimo comete un pecado; feliz el que tiene piedad de los desgraciados.

22 ¿No han perdido su camino los que maquinan el mal?¿Acaso no se topará con la bondad y la fidelidad el que busca el bien?

23 Todo trabajo tiene su recompensa, pero lo que se queda en palabras lleva a la miseria.

24 La riqueza será la corona de los sabios, y el tonto se quedará con su estupidez.

25 Un testigo veraz salva vidas, el marrullero profiere mentiras.

26 El que teme a Yavé tiene un apoyo firme, sus hijos podrán confiar en él.

27 El temor de Yavé es fuente de vida, a uno lo libra de los lazos de la muerte.

28 Un pueblo numeroso es la gloria de su rey; cuando faltan los súbditos es la ruina del soberano.

29 El que demora en enojarse da muestra de inteligencia, el que no se domina manifiesta su locura.

30 La paz del corazón fomenta la salud, pero la envidia corroe los huesos.

31 El que oprime al pobre insulta a su Creador, el que tiene piedad de los indigentes le rinde homenaje.

32 Al malvado lo derriba su propia malicia; el justo está seguro hasta en la muerte.

33 La sabiduría habita en los hombres de buen criterio, la estupidez se encuentra entre los insensatos.

34 Una nación crece por la justicia; el pecado es la vergüenza de los pueblos.

35 El servidor inteligente será apreciado por el rey, pero el incapaz se hace acreedor a su cólera.