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PROVERBIOS 25 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 También estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá:

2 Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo.

3 Para la altura de los cielos, y para la profundidad de la tierra, Y para el corazón de los reyes, no hay investigación.

4 Quita las escorias de la plata, Y saldrá alhaja al fundidor.

5 Aparta al impío de la presencia del rey, Y su trono se afirmará en justicia.

6 No te alabes delante del rey, Ni estés en el lugar de los grandes;

7 Porque mejor es que se te diga: Sube acá, Y no que seas humillado delante del príncipe A quien han mirado tus ojos.

8 No entres apresuradamente en pleito, No sea que no sepas qué hacer al fin, Después que tu prójimo te haya avergonzado.

9 Trata tu causa con tu compañero, Y no descubras el secreto a otro,

10 No sea que te deshonre el que lo oyere, Y tu infamia no pueda repararse.

11 Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene.

12 Como zarcillo de oro y joyel de oro fino Es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.

13 Como frío de nieve en tiempo de la siega, Así es el mensajero fiel a los que lo envían, Pues al alma de su señor da refrigerio.

14 Como nubes y vientos sin lluvia, Así es el hombre que se jacta de falsa liberalidad.

15 Con larga paciencia se aplaca el príncipe, Y la lengua blanda quebranta los huesos.

16 ¿Hallaste miel? Come lo que te basta, No sea que hastiado de ella la vomites.

17 Detén tu pie de la casa de tu vecino, No sea que hastiado de ti te aborrezca.

18 Martillo y cuchillo y saeta aguda Es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio.

19 Como diente roto y pie descoyuntado Es la confianza en el prevaricador en tiempo de angustia.

20 El que canta canciones al corazón afligido Es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre el jabón echa vinagre.

21 Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, Y si tuviere sed, dale de beber agua;

22 Porque ascuas amontonarás sobre su cabeza, Y Jehová te lo pagará.

23 El viento del norte ahuyenta la lluvia, Y el rostro airado la lengua detractora.

24 Mejor es estar en un rincón del terrado, Que con mujer rencillosa en casa espaciosa.

25 Como el agua fría al alma sedienta, Así son las buenas nuevas de lejanas tierras.

26 Como fuente turbia y manantial corrompido, Es el justo que cae delante del impío.

27 Comer mucha miel no es bueno, Ni el buscar la propia gloria es gloria.

28 Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.

  X


1 He aquí otros proverbios de Salomón que fueron transcritos por el personal de Ezequías, rey de Judá.

2 Es gloria de Dios esconder las cosas, y gloria de los reyes, aclarar las cosas.

3 Muy alto el cielo y muy profunda la tierra: insondable también el pensamiento de los reyes.

4 Quita las escorias de la plata, el orfebre sacará de allí un vaso;

5 retira al malvado de la presencia del rey, y su trono se apoyará en la justicia.

6 No te hagas el importante delante del rey, ni te ubiques en medio de los grandes;

7 más vale que te digan: "¡Sube para acá!" que verte rebajado en presencia del príncipe. Si has visto algo,

8 no acuses inmediatamente; ¿qué harás luego si tu adversario te contradice?

9 Defiende tu causa contra tu adversario, pero sin revelar los secretos de nadie,

10 cualquiera que lo supiera te lo reprocharía y tu deshonor no tendría remedio.

11 Joya de oro engastada en plata, tal es la palabra que se dice oportunamente;

12 anillo de oro en un collar de zafiro, así es una sabia reprimenda para el que puede oírla.

13 Frescura de nieve en un día de verano, así es el mensajero fiel para el que lo envía: ¡qué consuelo para su amo!

14 Viento y nube sin lluvia, así es el jactancioso con sus promesas ilusorias.

15 Con perseverancia se puede convencer al juez; la lengua blanda rompe el hueso.

16 Si has encontrado miel, cómela con moderación. No exageres, pues la vomitarás.

17 No vayas demasiado a casa de tu prójimo: podría cansarse y tomarte antipatía.

18 Una masa, una espada, una flecha puntiaguda, tal es el hombre que habla falsedades de su prójimo.

19 Un diente cariado, un pie torcido, así es el apoyo de un hipócrita, cuando te vaya mal.

20 ¿Tomarías su manto en un día de invierno, derramarías vinagre en su herida? No entones una canción alegre delante de los que sufren.

21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber.

22 Así amontonarás brasas sobre su cabeza y Yavé te lo recompensará.

23 El viento del norte produce la lluvia, y los subentendidos hipócritas, rostros enojados.

24 Más vale quedarse en un rincón del granero que compartir su casa con una mujer peleadora.

25 Como agua fresca para una garganta sedienta así es una buena noticia que llega de lejos.

26 Un manantial sucio, una fuente contaminada, tal es el hombre honrado que cede a la presión de un malvado.

27 No conviene comer demasiada miel: ¡cuidado con los honores!

28 Una ciudad abierta, sin defensas, así es el hombre que no controla sus impulsos.