1 Pedro 5:4 - Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. (Versículos como 1 Pedro 5:4)

Apocalipsis 21:27 - No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. (Versículos como Apocalipsis 21:27)

Colosenses 3:3-4 - Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. (Versículos como Colosenses 3:3)

Hechos 20:32 - Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. (Versículos como Hechos 20:32)

Mateo 25:34 - Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. (Versículos como Mateo 25:34)

Salmos 31:19 - ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! (Versículos como Salmos 31:19)

Ezequiel 47:12 - Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina. (Versículos como Ezequiel 47:12)

Gálatas 3:18 - Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa. (Versículos como Gálatas 3:18)

Efesios 1:11 - En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, (Versículos como Efesios 1:11)

1 Corintios 9:25 - Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. (Versículos como 1 Corintios 9:25)

1 Pedro 3:9 - no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. (Versículos como 1 Pedro 3:9)