Números 35:30 - Cualquiera que diere muerte a alguno, por dicho de testigos morirá el homicida; mas un solo testigo no hará fe contra una persona para que muera. (Versículos como Números 35:30)

2 Corintios 13:1 - Esta es la tercera vez que voy a vosotros. Por boca de dos o de tres testigos se decidirá todo asunto. (Versículos como 2 Corintios 13:1)

Deuteronomio 17:6 - Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo. (Versículos como Deuteronomio 17:6)

Mateo 18:16 - Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. (Versículos como Mateo 18:16)

Juan 8:17 - Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. (Versículos como Juan 8:17)

Hebreos 10:28 - El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. (Versículos como Hebreos 10:28)

1 Timoteo 5:19 - Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. (Versículos como 1 Timoteo 5:19)

1 Reyes 21:10 - y poned a dos hombres perversos delante de él, que atestigüen contra él y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera. (Versículos como 1 Reyes 21:10)

1 Reyes 21:13 - Vinieron entonces dos hombres perversos, y se sentaron delante de él; y aquellos hombres perversos atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon, y murió. (Versículos como 1 Reyes 21:13)

Mateo 26:60-61 - y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. (Versículos como Mateo 26:60)

Apocalipsis 11:3-7 - Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra. Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. (Versículos como Apocalipsis 11:3)