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Referencias Cruzadas de GENESIS 42:36

“Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; contra mí son todas estas cosas.”


Biblia Reina Valera 1960 (rv60)
 
 

Versiculos relacionados con GENESIS 42:36 (Referencias Cruzadas)


Génesis 45:28 - Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera. (Versículos como Génesis 45:28)

Job 7:7 - Acuérdate que mi vida es un soplo, Y que mis ojos no volverán a ver el bien. (Versículos como Job 7:7)

Génesis 47:12 - Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos. (Versículos como Génesis 47:12)

Salmos 34:19 - Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. (Versículos como Salmos 34:19)

Mateo 14:31 - Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (Versículos como Mateo 14:31)

Isaías 41:13-14 - Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor. (Versículos como Isaías 41:13)

Isaías 38:10 - Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años. (Versículos como Isaías 38:10)

Romanos 8:31 - ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Versículos como Romanos 8:31)

Génesis 37:20-35 - Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos. Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre. Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí; y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua. Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Egipto. Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte? Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él. Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto. Después Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José dentro, y rasgó sus vestidos. Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven no parece; y yo, ¿adónde iré yo? Entonces tomaron ellos la túnica de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron la túnica con la sangre; y enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no. Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado. Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días. Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre. (Versículos como Génesis 37:20)