Hechos 16:26 - Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. (Versículos como Hechos 16:26)

Hechos 8:26 - Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. (Versículos como Hechos 8:26)

Hechos 27:23 - Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, (Versículos como Hechos 27:23)

Salmos 105:17-20 - Envió un varón delante de ellos; A José, que fue vendido por siervo. Afligieron sus pies con grillos; En cárcel fue puesta su persona. Hasta la hora que se cumplió su palabra, El dicho de Jehová le probó. Envió el rey, y le soltó; El señor de los pueblos, y le dejó ir libre. (Versículos como Salmos 105:17)

Salmos 146:7 - Que hace justicia a los agraviados, Que da pan a los hambrientos. Jehová liberta a los cautivos; (Versículos como Salmos 146:7)

Salmos 34:7 - El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende. (Versículos como Salmos 34:7)

Isaías 61:1 - El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; (Versículos como Isaías 61:1)

Mateo 1:20 - Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. (Versículos como Mateo 1:20)

Lucas 1:11 - Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. (Versículos como Lucas 1:11)

Hechos 12:7-11 - Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. (Versículos como Hechos 12:7)