Biblia Online

La Palabra de Dios preservada y viva

Referencias Cruzadas de JOB 10:1

“Está mi alma hastiada de mi vida; Daré libre curso a mi queja, Hablaré con amargura de mi alma.”


Biblia Reina Valera 1960 (rv60)
 
 

Versiculos relacionados con JOB 10:1 (Referencias Cruzadas)


Job 9:21 - Si fuese íntegro, no haría caso de mí mismo; Despreciaría mi vida. (Versículos como Job 9:21)

Jonás 4:8 - Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida. (Versículos como Jonás 4:8)

Job 14:13 - ¡Oh, quién me diera que me escondieses en el Seol, Que me encubrieses hasta apaciguarse tu ira, Que me pusieses plazo, y de mí te acordaras! (Versículos como Job 14:13)

Job 6:26 - ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? (Versículos como Job 6:26)

Job 5:15-16 - Así libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, Y de la mano violenta; Pues es esperanza al menesteroso, Y la iniquidad cerrará su boca. (Versículos como Job 5:15)

Job 7:16 - Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre; Déjame, pues, porque mis días son vanidad. (Versículos como Job 7:16)

Isaías 38:17 - He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados. (Versículos como Isaías 38:17)

Isaías 38:15 - ¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo ha hecho. Andaré humildemente todos mis años, a causa de aquella amargura de mi alma. (Versículos como Isaías 38:15)

Salmos 32:3-5 - Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah (Versículos como Salmos 32:3)

Job 16:6-16 - Si hablo, mi dolor no cesa; Y si dejo de hablar, no se aparta de mí. Pero ahora tú me has fatigado; Has asolado toda mi compañía. Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura, Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro. Su furor me despedazó, y me ha sido contrario; Crujió sus dientes contra mí; Contra mí aguzó sus ojos mi enemigo. Abrieron contra mí su boca; Hirieron mis mejillas con afrenta; Contra mí se juntaron todos. Me ha entregado Dios al mentiroso, Y en las manos de los impíos me hizo caer. Próspero estaba, y me desmenuzó; Me arrebató por la cerviz y me despedazó, Y me puso por blanco suyo. Me rodearon sus flecheros, Partió mis riñones, y no perdonó; Mi hiel derramó por tierra. Me quebrantó de quebranto en quebranto; Corrió contra mí como un gigante. Cosí cilicio sobre mi piel, Y puse mi cabeza en el polvo. Mi rostro está inflamado con el lloro, Y mis párpados entenebrecidos, (Versículos como Job 16:6)