Santiago 4:3 - Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. (Versículos como Santiago 4:3)

Santiago 5:11 - He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. (Versículos como Santiago 5:11)

Lamentaciones 3:18 - Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Jehová. (Versículos como Lamentaciones 3:18)

Lamentaciones 3:54-58 - Aguas cubrieron mi cabeza; yo dije: Muerto soy. Invoqué tu nombre, oh Jehová, desde la cárcel profunda; Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros. Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas. Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida. (Versículos como Lamentaciones 3:54)

Lucas 18:1 - También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, (Versículos como Lucas 18:1)

Jonás 2:2-8 - y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste. Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, Y me rodeó la corriente; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; Mas aún veré tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeóme el abismo; El alga se enredó a mi cabeza. Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo. Los que siguen vanidades ilusorias, Su misericordia abandonan. (Versículos como Jonás 2:2)

Lamentaciones 3:8 - Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración; (Versículos como Lamentaciones 3:8)

Salmos 31:22 - Decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba. (Versículos como Salmos 31:22)