Mateo 26:39 - Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. (Versículos como Mateo 26:39)

Marcos 14:39-40 - Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras. Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían qué responderle. (Versículos como Marcos 14:39)

Hebreos 4:15 - Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. (Versículos como Hebreos 4:15)

Salmos 22:1-2 - Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo. (Versículos como Salmos 22:1)

Salmos 88:1-2 - Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti. Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor. (Versículos como Salmos 88:1)

Salmos 69:17-18 - No escondas de tu siervo tu rostro, Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. Acércate a mi alma, redímela; Líbrame a causa de mis enemigos. (Versículos como Salmos 69:17)

Salmos 69:1-3 - Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma. Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios. (Versículos como Salmos 69:1)

Hebreos 5:7-8 - Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; (Versículos como Hebreos 5:7)