Versiculos relacionados con NEHEMIAS 9:16 (Referecencias Cruzadas)
Nehemías 9:10 - e hiciste señales y maravillas contra Faraón, contra todos sus siervos, y contra todo el pueblo de su tierra, porque sabías que habían procedido con soberbia contra ellos; y te hiciste nombre grande, como en este día.
(Versículos como Nehemías 9:10)Salmos 81:11-14 - Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos. ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios.
(Versículos como Salmos 81:11)Deuteronomio 31:27 - Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?
(Versículos como Deuteronomio 31:27)Nehemías 9:29 - Les amonestaste a que se volviesen a tu ley; mas ellos se llenaron de soberbia, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá; se rebelaron, endurecieron su cerviz, y no escucharon.
(Versículos como Nehemías 9:29)Isaías 48:18 - ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar.
(Versículos como Isaías 48:18)Isaías 48:4 - Por cuanto conozco que eres duro, y barra de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce,
(Versículos como Isaías 48:4)Proverbios 29:1 - El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.
(Versículos como Proverbios 29:1)Jeremías 2:31 - ¡Oh generación! atended vosotros a la palabra de Jehová. ¿He sido yo un desierto para Israel, o tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: Somos libres; nunca más vendremos a ti?
(Versículos como Jeremías 2:31)Éxodo 15:26 - y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
(Versículos como Éxodo 15:26)Salmos 81:8 - Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres,
(Versículos como Salmos 81:8)2 Crónicas 36:13 - Se rebeló asimismo contra Nabucodonosor, al cual había jurado por Dios; y endureció su cerviz, y obstinó su corazón, para no volverse a Jehová el Dios de Israel.
(Versículos como 2 Crónicas 36:13)Hechos 7:51 - ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
(Versículos como Hechos 7:51)Éxodo 32:9 - Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz.
(Versículos como Éxodo 32:9)Deuteronomio 32:15 - Pero engordó Jesurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Dios que lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación.
(Versículos como Deuteronomio 32:15)Salmos 106:6 - Pecamos nosotros, como nuestros padres; Hicimos iniquidad, hicimos impiedad.
(Versículos como Salmos 106:6)Salmos 78:8-72 - Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no dispuso su corazón, Ni fue fiel para con Dios su espíritu. Los hijos de Efraín, arqueros armados, Volvieron las espaldas en el día de la batalla. No guardaron el pacto de Dios, Ni quisieron andar en su ley; Sino que se olvidaron de sus obras, Y de sus maravillas que les había mostrado. Delante de sus padres hizo maravillas En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán. Dividió el mar y los hizo pasar; Detuvo las aguas como en un montón. Les guió de día con nube, Y toda la noche con resplandor de fuego. Hendió las peñas en el desierto, Y les dio a beber como de grandes abismos, Pues sacó de la peña corrientes, E hizo descender aguas como ríos. Pero aún volvieron a pecar contra él, Rebelándose contra el Altísimo en el desierto; Pues tentaron a Dios en su corazón, Pidiendo comida a su gusto. Y hablaron contra Dios, Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto? He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas, Y torrentes inundaron la tierra; ¿Podrá dar también pan? ¿Dispondrá carne para su pueblo? Por tanto, oyó Jehová, y se indignó; Se encendió el fuego contra Jacob, Y el furor subió también contra Israel, Por cuanto no habían creído a Dios, Ni habían confiado en su salvación. Sin embargo, mandó a las nubes de arriba, Y abrió las puertas de los cielos, E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen, Y les dio trigo de los cielos. Pan de nobles comió el hombre; Les envió comida hasta saciarles. Movió el solano en el cielo, Y trajo con su poder el viento sur, E hizo llover sobre ellos carne como polvo, Como arena del mar, aves que vuelan. Las hizo caer en medio del campamento, Alrededor de sus tiendas. Comieron, y se saciaron; Les cumplió, pues, su deseo. No habían quitado de sí su anhelo, Aún estaba la comida en su boca, Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, E hizo morir a los más robustos de ellos, Y derribó a los escogidos de Israel. Con todo esto, pecaron aún, Y no dieron crédito a sus maravillas. Por tanto, consumió sus días en vanidad, Y sus años en tribulación. Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios; Entonces se volvían solícitos en busca suya, Y se acordaban de que Dios era su refugio, Y el Dios Altísimo su redentor. Pero le lisonjeaban con su boca, Y con su lengua le mentían; Pues sus corazones no eran rectos con él, Ni estuvieron firmes en su pacto. Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía; Y apartó muchas veces su ira, Y no despertó todo su enojo. Se acordó de que eran carne, Soplo que va y no vuelve. ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, Lo enojaron en el yermo! Y volvían, y tentaban a Dios, Y provocaban al Santo de Israel. No se acordaron de su mano, Del día que los redimió de la angustia; Cuando puso en Egipto sus señales, Y sus maravillas en el campo de Zoán; Y volvió sus ríos en sangre, Y sus corrientes, para que no bebiesen. Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban, Y ranas que los destruían. Dio también a la oruga sus frutos, Y sus labores a la langosta. Sus viñas destruyó con granizo, Y sus higuerales con escarcha; Entregó al pedrisco sus bestias, Y sus ganados a los rayos. Envió sobre ellos el ardor de su ira; Enojo, indignación y angustia, Un ejército de ángeles destructores. Dispuso camino a su furor; No eximió la vida de ellos de la muerte, Sino que entregó su vida a la mortandad. Hizo morir a todo primogénito en Egipto, Las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam. Hizo salir a su pueblo como ovejas, Y los llevó por el desierto como un rebaño. Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor; Y el mar cubrió a sus enemigos. Los trajo después a las fronteras de su tierra santa, A este monte que ganó su mano derecha. Echó las naciones de delante de ellos; Con cuerdas repartió sus tierras en heredad, E hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel. Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo, Y no guardaron sus testimonios; Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres; Se volvieron como arco engañoso. Le enojaron con sus lugares altos, Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla. Lo oyó Dios y se enojó, Y en gran manera aborreció a Israel. Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo, La tienda en que habitó entre los hombres, Y entregó a cautiverio su poderío, Y su gloria en mano del enemigo. Entregó también su pueblo a la espada, Y se irritó contra su heredad. El fuego devoró a sus jóvenes, Y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales. Sus sacerdotes cayeron a espada, Y sus viudas no hicieron lamentación. Entonces despertó el Señor como quien duerme, Como un valiente que grita excitado del vino, E hirió a sus enemigos por detrás; Les dio perpetua afrenta. Desechó la tienda de José, Y no escogió la tribu de Efraín, Sino que escogió la tribu de Judá, El monte de Sion, al cual amó. Edificó su santuario a manera de eminencia, Como la tierra que cimentó para siempre. Eligió a David su siervo, Y lo tomó de las majadas de las ovejas; De tras las paridas lo trajo, Para que apacentase a Jacob su pueblo, Y a Israel su heredad. Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, Los pastoreó con la pericia de sus manos.
(Versículos como Salmos 78:8)Deuteronomio 1:26-33 - Sin embargo, no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios; y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrece, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en manos del amorreo para destruirnos. ¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anac. Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos. Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos. Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar. Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios, quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día.
(Versículos como Deuteronomio 1:26)Deuteronomio 9:27 - Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado,
(Versículos como Deuteronomio 9:27)Hebreos 3:13 - antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
(Versículos como Hebreos 3:13)Deuteronomio 9:23-24 - Y cuando Jehová os envió desde Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado, también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios, y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz. Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco.
(Versículos como Deuteronomio 9:23)Deuteronomio 9:13 - Y me habló Jehová, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz.
(Versículos como Deuteronomio 9:13)Salmos 95:8-10 - No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras. Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos.
(Versículos como Salmos 95:8)Romanos 2:5 - Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
(Versículos como Romanos 2:5)Hebreos 3:15 - entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
(Versículos como Hebreos 3:15)Deuteronomio 9:6 - Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.
(Versículos como Deuteronomio 9:6)2 Crónicas 30:8 - No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová, y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a Jehová vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros.
(Versículos como 2 Crónicas 30:8)Jeremías 19:15 - Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí, yo traigo sobre esta ciudad y sobre todas sus villas todo el mal que hablé contra ella; porque han endurecido su cerviz para no oír mis palabras.
(Versículos como Jeremías 19:15)2 Reyes 17:14 - Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.
(Versículos como 2 Reyes 17:14)Isaías 63:10 - Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.
(Versículos como Isaías 63:10)Deuteronomio 5:29 - ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
(Versículos como Deuteronomio 5:29)