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SALMOS 132 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Acuérdate, oh Jehová, de David, Y de toda su aflicción;

2 De cómo juró a Jehová, Y prometió al Fuerte de Jacob:

3 No entraré en la morada de mi casa, Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;

4 No daré sueño a mis ojos, Ni a mis párpados adormecimiento,

5 Hasta que halle lugar para Jehová, Morada para el Fuerte de Jacob.

6 He aquí en Efrata lo oímos; Lo hallamos en los campos del bosque.

7 Entraremos en su tabernáculo; Nos postraremos ante el estrado de sus pies.

8 Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo, Tú y el arca de tu poder.

9 Tus sacerdotes se vistan de justicia, Y se regocijen tus santos.

10 Por amor de David tu siervo No vuelvas de tu ungido el rostro.

11 En verdad juró Jehová a David, Y no se retractará de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono.

12 Si tus hijos guardaren mi pacto, Y mi testimonio que yo les enseñaré, Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

13 Porque Jehová ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí.

14 Este es para siempre el lugar de mi reposo; Aquí habitaré, porque la he querido.

15 Bendeciré abundantemente su provisión; A sus pobres saciaré de pan.

16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes, Y sus santos darán voces de júbilo.

17 Allí haré retoñar el poder de David; He dispuesto lámpara a mi ungido.

18 A sus enemigos vestiré de confusión, Mas sobre él florecerá su corona.

  X


1 Señor, tenle en cuenta a David su total disponibilidad,

2 cuando hizo un juramento al Señor, una promesa al Fuerte de Jacob:

3 "No entraré en la tienda, que es mi casa, ni me tenderé en el lecho donde descanso,

4 no concederé el sueño a mis ojos ni descanso a mis párpados

5 hasta que halle un lugar para el Señor, una morada para el Fuerte de Jacob".

6 Hemos sabido que el Arca está en Efrata, la encontramos en los campos de Jaar.

7 Entremos, pues, en su morada, postrémonos ante la tarima de sus pies.

8 ¡Levántate, Señor, y ven a tu reposo, tú y el Arca de tu fuerza!

9 ¡Que tus sacerdotes se revistan de justicia y tus fieles griten de alegría!

10 Por amor a David, tu servidor, no apartes la cara de tu ungido.

11 El Señor se lo juró a David, verdad de la que no se desdecirá: "Del fruto de tus entrañas pondré a alguien en tu trono.

12 Si tus hijos guardaren mi alianza y mis testimonios que les he enseñado, también sus hijos para siempre se sentarán en tu trono".

13 Y el Señor escogió a Sión, quiso que fuera su residencia:

14 "Aquí está mi descanso para siempre, en ella moraré, pues yo lo quise.

15 Sus graneros los bendeciré y a sus pobres los saciaré de pan.

16 De gloria revestiré a sus sacerdotes y sus fieles gritarán de júbilo.

17 Allí haré brotar un cuerno para David, allí pondré una lámpara para mi ungido.

18 Cubriré de vergüenza a sus enemigos mientras sobre él brillará su diadema".