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La Palabra de Dios preservada y viva

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SALMOS 36 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.

2 Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, De que su iniquidad no será hallada y aborrecida.

3 Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; Ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien.

4 Medita maldad sobre su cama; Está en camino no bueno, El mal no aborrece.

5 Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.

6 Tu justicia es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.

7 ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.

8 Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.

9 Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.

10 Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazón.

11 No venga pie de soberbia contra mí, Y mano de impíos no me mueva.

12 Allí cayeron los hacedores de iniquidad; Fueron derribados, y no podrán levantarse.

  X


1

2 Sólo el pecado habla al impío en el fondo de su corazón; ¡ningún temor de Dios ante sus ojos!

3 Se mira con tan buen concepto, que se niega a admitir su culpa.

4 Sus palabras son fraude y maldad; renunció a ser sensato, a obrar el bien.

5 Hasta en su lecho rumia sus maldades; se obstina en el camino que no es bueno, no renuncia al mal.

6 Señor, tu amor está sobre los cielos y tu fidelidad pasa las nubes.

7 Como los altos montes es tu justicia, y tus decretos como los abismos; Señor, tú ayudas a hombres y animales:

8 ¡qué valiosa es tu gracia! A ti acuden los hijos de Adán debajo de tus alas se refugian;

9 se sacian con lo mejor de tu casa, y le quitas la sed en tu río de delicias.

10 En ti se halla la fuente de la vida, y es por tu luz que vemos la luz.

11 Conserva tu amor a los que te conocen, tus premios a los de recto corazón.

12 Que no me aplaste el pie del orgulloso, ni me atrape la mano del impío.

13 ¡Ahí están, cayeron los malhechores, fueron tumbados y no pueden levantarse!