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La Palabra de Dios preservada y viva

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SALMOS 40 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.

4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados.

6 Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado.

7 Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí;

8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

9 He anunciado justicia en grande congregación; He aquí, no refrené mis labios, Jehová, tú lo sabes.

10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; He publicado tu fidelidad y tu salvación; No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.

11 Jehová, no retengas de mí tus misericordias; Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.

12 Porque me han rodeado males sin número; Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.

13 Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme.

14 Sean avergonzados y confundidos a una Los que buscan mi vida para destruirla. Vuelvan atrás y avergüéncense Los que mi mal desean;

15 Sean asolados en pago de su afrenta Los que me dicen: ¡Ea, ea!

16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, Y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido.

17 Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.

  X


1

2 Esperaba, esperaba al Señor, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor,

3 me sacó de la fosa fatal del barro del pantano; puso mis pies sobre roca y aseguró mis pasos.

4 Puso en mi boca un cántico nuevo, de alabanza a nuestro Dios. Muchos al verlo temerán y pondrán su confianza en el Señor.

5 Feliz el hombre que cuenta con el Señor, que no escucha a los cínicos ni se pierde en sus mentiras.

6 ¡Cuántas maravillas has hecho, Señor, mi Dios, cuántos proyectos en favor nuestro! Nadie se te puede comparar. Yo quisiera publicarlas y contarlas, pero son demasiado para enumerarlas.

7 No quisiste sacrificios ni ofrendas- lo dijiste y penetró en mis oídos- no pediste holocaustos ni víctimas.

8 Entonces dije: "Aquí estoy, de mi está escrito en el rollo del Libro.

9 He elegido, mi Dios, hacer tu voluntad, y tu Ley está en el fondo de mi ser".

10 Publiqué tu camino en la gran asamblea, no me callé, Señor, tú bien lo sabes.

11 No encerré tus decretos en el fondo de mi corazón: proclamé tu fidelidad y tu socorro. No oculté tu amor y tu verdad en la gran asamblea.

12 ¡Tú, Señor, no me niegues tu ternura, que tu amor y tu verdad me guarden siempre!

13 Me rodean desgracias incontables, mis culpas recaen sobre mí y no hay salida, son más que los cabellos de mi cabeza y me falla el corazón.

14 Dígnate liberarme, Señor, Señor, ven pronto a socorrerme.

15 ¡Queden avergonzados y humillados todos los que atentan contra mi vida; que retrocedan confundidos los que se alegran con mi desgracia!

16 Que se escondan de vergüenza los que dicen: "¡Esta vez lo pillamos!"

17 Pero que en ti se alegren y regocijen todos los que te buscan, y que repitan siempre: "¡Dios es grande!" los que desean tu salvación.

18 ¡Piensa en mí, oh Dios, en mí que soy un pobre y desdichado! ¡No te demores, mi Dios, pues tú eres mi socorro y salvación!