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La Palabra de Dios preservada y viva

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SALMOS 73 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los limpios de corazón.

2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos.

3 Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.

4 Porque no tienen congojas por su muerte, Pues su vigor está entero.

5 No pasan trabajos como los otros mortales, Ni son azotados como los demás hombres.

6 Por tanto, la soberbia los corona; Se cubren de vestido de violencia.

7 Los ojos se les saltan de gordura; Logran con creces los antojos del corazón.

8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería.

9 Ponen su boca contra el cielo, Y su lengua pasea la tierra.

10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí, Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.

11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo?

12 He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día, Y castigado todas las mañanas.

15 Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

16 Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí,

17 Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.

19 ¡Cómo han sido asolados de repente! Perecieron, se consumieron de terrores.

20 Como sueño del que despierta, Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.

21 Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas.

22 Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti.

23 Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano derecha.

24 Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria.

25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.

28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.

  X


1 "Dios se porta muy bien con Israel con los que tienen puro el corazón".

2 Pero yo, por poco mi pie no tropieza y mis pasos casi se resbalan;

3 yo sentía envidia de los malos, viendo lo bien que le va a los impíos.

4 Para ellos no existe el sufrimiento, su cuerpo está gordo y lleno de salud.

5 No comparten las penurias de los hombres ni les tocan pruebas como a los demás.

6 Por eso como un collar lucen su orgullo, por ropa llevan puesta la violencia,

7 transpiran por sus poros la maldad, su corazón desborda de planes ambiciosos.

8 Se burlan mientras traman sus maldades, con soberbia profieren amenazas;

9 hablan como dueños del cielo y con su lengua brincan sobre el país.

10 Por eso mi pueblo va tras ellos, porque en ellos sólo brilla el éxito;

11 y dicen: "¿Dios lo verá? ¿tendrá de esto una idea el Altísimo?

12 Miren, pues, cómo son los impíos y sin problemas amasan sus fortunas.

13 ¿De qué me sirve tener un corazón puro y mantener mis manos inocentes,

14 cuando todos los días me apalean y no hay mañana en que no me castiguen?"

15 Si hubiera dicho: "Voy a hablar como ellos", habría traicionado la raza de tus hijos.

16 Traté, pues, de poderlo comprender, pero era para mí cosa difícil.

17 Pero un día penetré en los secretos de Dios, y me di cuenta de cuál será su fin.

18 Pues los pones en un lugar resbaladizo y luego los empujas al abismo.

19 ¿Cómo? ¿están en la ruina en un momento? Ya no están, trágico fue su fin.

20 Señor, como de un sueño al despertar, te levantas y disipas su imagen.

21 Cuando se exasperó mi corazón y punzadas sentía en mis entrañas,

22 era estupidez, no cordura y no comprendía más que las bestias.

23 ¿No estado yo contigo todo el tiempo? Me tomaste de mi mano derecha,

24 me guías conforme a tus designios y me llevas de la mano tras de ti.

25 ¿A quién tengo en los cielos sino a ti? y fuera de ti nada más quiero en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón se consumen por ti, mi Roca, mi Dios, que es mío para siempre.

27 Los que se alejan de ti se pierden, tú aniquilas a los que te son infieles.

28 Para mí lo mejor es estar junto a Dios, he puesto mi refugio en el Señor; proclamaré tus obras en las puertas de Sión.